Una niña aparece asesinada en el bosque de un pequeño pueblo suizo. Inmediatamente las sospechas recaen sobre el viejo vendedor ambulante que encontró el cadáver. Únicamente el comisario Matei duda de su culpabilidad, pero se acaba de retirar y deja el caso en manos de un compañero. Mientras tanto, el anciano, incapaz de resistir la situación, se suicida en su celda. Ya en el aeropuerto, a punto de coger el avión, el comisario Matei repara en algunos detalles contados por los niños de la escuela y decide aplazar su viaje para empezar a investigar por su cuenta.
De una manera casi inmediata tras el inicio de la película somos enviados directamente a un bosque en Suiza donde un vagabundo encuentra un cadáver. El director de esta cinta, Ladislao Vajda, trabaja meticulosamente en todos los aspectos de esta clásica cinta de investigación policial para entretener al público y brindar una puesta en escena capaz de enganchar y no soltar. El inicio hela la piel y luego el desarrollo de la premisa es pasivo pero poderoso. Casi magnético.
"El Cebo" es una película absorbente, intensa, llena de suspense, que suda cine por todos sus poros; inicia su recorrido como una investigación criminal-policíaca y luego se convierte un retrato de la miseria humana. Una película hecha con alma que no solo se limita a presentar escenarios y actores en medio de un terrible problema, sino que postula ideas sobre el deterioro de una sociedad europea convaleciente a mediados del siglo pasado. Recuerda un poco a la obra maestra de Lang: "M, el vampiro de Düsseldorf", en ella también se presentaba un soberbio cuestionamiento filosófico sobre los principales motivos que llevaban a un hombre a cometer horribles crímenes con niños (aun está grabada en mi memoria el discurso final de un impresionante Peter Lorre). Acá nos detenemos a las dudas que se plantea un hombre respecto a la culpabilidad de quien pareciera ser un chivo expiatorio ante una comunidad que exige respuestas inmediatas para subsanar el hecho de encontrar el responsable de los crímenes y así detener la mortandad infantil.
En "El Cebo" podemos detenernos a observar muchos puntos. Uno de ellos es la formación e inteligencia del protagonista de la película, el comisario Matei, el único capaz de plantearse interrogantes en torno a todas las pistas que va a sacando a luz. Un hombre que no juega a hacerse el héroe sino simplemente a responder ante los actos que requieren su participación e incitan a detener un mal. Luego tenemos al enemigo, el infanticida, un ser despiadado y perverso de apariencia débil pero capaz de perpetrar los más siniestros crímenes debido a oscuros deseos. Vajda examina psicológicamente a este ser; un hombre infeliz, dominado por su esposa quien le hace humillaciones constantes y para "reponerse" de ello recurre al desahogo emocional de la manera más atroz (tratando de demostrar su virilidad consiguiendo que las féminas más inocentes, niñas, le hagan caso). Muchas veces se ha querido examinar la figura de un psicópata, y pocas veces ha quedado muy claro y de una manera tan sencilla como se nos muestra en esta película (Hitchcock ya es otra cosa, el amo por excelencia).
Es de admirar en esta película cómo las pistas van floreciendo y dan origen a todo el planteamiento que el comisario finalmente obtiene. Quizás muchos atinen a advertir que es mucha coincidencia, pero el desarrollo del mismo hace pensar que se ha trabajado detalladamente para no parecer todo tan casual. Es que Vajda también consigue con ese efecto que el espectador juegue con las pistas que poco a poco se van entregando, y como dije al inicio, lograr que se esté atento a todo el metraje. No queda ningún cabo suelto y al llegar al desenlace todo está en su sitio.
Hay muchas escenas hermosas SPOILER* Como aquella en la que el comisario debe dar la noticia del asesinato brutal de la niña a sus padres y la inmediata reacción de ellos, entre lo atónito e increíble y la repulsión a la idea de haber perdido a su ser más preciado; aquí todo luce perfecto con una envidiable armonía, un juego de primeros planos fantásticos y una fotografía sublime* FIN SPOILER.
En definitiva, una de esas poderosas cintas que realmente son agradables de ver y que han servido de inspiración a muchas películas que hoy en día también se centran en retratar el desarrollo de un crimen y su consecuente desenlace.