Nota: 7/10
La genética se encarga del estudio de la transmisión hereditaria que se hace de generación en generación, tanto de caracteres físicos como psicológicos. Mucha de ella (la genética) se habla en "Stoker", el último film de Par Chan-Wook (y su primero en ser realizado en territorio norteamericano), aunque no de manera explícita porque el director desea presentarlo sutilmente, pero al final llegamos a comprender que la sangre y esos lazos genéticos mucho juegan aquí.
Mia Wasikowska, una joven actriz que ya se ha ganado un pequeño espacio en la gran pantalla a fuerza de papeles que han explorado bastante una psicología interesante, como el que realizó en "The Kids are allright" siendo la hija de una pareja de lesbianas, o interpretando a la joven Jane Eyre en el film homónimo dirigido por Cary Fukunaga. El punto es que en esta ocasión vuelve a sumergirse en el que haya sido quizás su mayor reto interpretativo. Mia interpreta a India, una joven que en la víspera de su cumpleaños número 18 pierde a su padre en un accidente muy poco explicativo. En su padre, India encontraba a la persona que la entendía a la perfección, ya que desde muy chica aprendió el arte de la cacería junto a él siendo la persona más allegada a ella. Fallecido él no tiene a quien acudir ya que su madre (una resplandeciente Nicole Kidman) vive más interesada en otras cosas que en brindarle la debida importancia a su hija. En el funeral de su padre, aparece inesperadamente un tío que India desconocía, Charlie (Matthew Goode), quien planea quedarse un tiempo considerable en la casa que era de su hermano.
"Stoker" mezcla el drama psicológico de matices profundos con una atmósfera incesante de intriga y terror. El resultado es cuanto menos atractivo. La película brilla porque Chan-Wook consigue crear con alto nivel de estilismo y una estética sensible y seductora una historia capaz de inyectar adrenalina en momentos claves, y sugerir a base de las escenas propuestas ideas y pensamientos retorcidos que cargan misterio, sensibilidad y un toque infalible de morbo. La película no se centra a hablar sobre el resurgir de una familia tras la muerte de un ser amado, por el contrario ese es el puntal para que se desate una tormenta incomprensible en un núcleo ahora formado por solo dos personas a las que se le agrega un ser misterioso. Habla del paso de la inocencia a algo más oscuro, tétrico quizás.
"Stoker" es espeluznante porque provoca interrogantes y cuestiones diversas sobre sus personajes, llegando al punto de acabar en el horror y presenciar actos de violencia provocados por la demencia. No se nos cuenta algo novedoso pero Chan-Wook posee una visión extraordinaria del mundo, de un universo sesgado por lo mórbido y lo violento y aquí su talento se pone en evidencia una vez más. Pocas veces lo terrorífico fue retratado con tanto arte como en "Stoker", pero a veces eso no es suficiente y aunque el film posee escenas hermosas realizadas como si de orfebrería se tratase falla en el ritmo y sucumbe a un montaje fatigoso y algo exagerado.
Es interesante notar que la película llegados a un punto se basa de ahí en adelante en la relación de conectividad y afecto que se empieza a crear entre Charlie e India, en ambos se forja una especie de alianza que ellos no son posibles de comprender, pero que es entendido hacia el final cuando muchos secretos son descubiertos, y es entonces cuando muchos detalles (como el hecho de la cacería) toman sentido.
El problema del film lo encontramos en su guión, al que le falta solidez y además peca de obviedades recurriendo a flashback innecesarios cuando muchas cosas se intuyen por sí solas. Descuidó además el personaje de Evelyn Stoker (Nicole Kidman), la madre de India lo cual constituye un desacierto ya que en el film se le brinda una vital importancia y aunque Kidman logra salvar un personaje hundido del que difícilmente comprendemos su psicología, se nota que algo no encaja. Por el contrario se puede observar una creación más que justificada en los dos protagonistas principales de esta obra, refiriéndome a Charlie e India, en ellos sí se percibe un mayor trabajo de evolución.
A fin de cuentas "Stoker" queda clavada como un puñal, como un obra artística de horror y erotismo dotada de una excelente puesta en escena y un reparto que cumple en sus roles. No tendrá la repercusión mundial ni será acogida por todos porque es un universo de difícil penetración, pero allí, mientras India toca suavemente alguna melodía en su piano, el film nos esperará gustoso para disfrutarlo.