lunes, 28 de octubre de 2013

Top 5: Lo mejor de Meryl Streep.

Para muchos la mejor actriz viva de la historia del cine. Un ícono y una leyenda viviente. Con 64 años ha sabido crear un historial delante de las cámaras bastante atractivo que incluyen grandes papeles protagonistas como secundarios de lujo, que la han consagrado al estrellato. Y aun así sigue erigiendo con gran destreza una infinidad de personajes, todos lúcidos. Meryl ha cosechado tres premios de la Academia, ocho Globos de Oro y dos premios BAFTA, entre otras distinciones. Aquí he seleccionado los papeles que particularmente me parecen un poco más por encima de todos, aunque en realidad tiene tantos que ha sido un trabajo difícil.

5.) Silkwood


Meryl Streep personifica a una mujer inteligente, graciosa, fuerte y luchadora llamada Karen Silkwood. Basada en una increíble historia real, Streep dota una de sus más hondas y humanas interpretaciones capaz de seducir al espectador por su entrega y determinación a la causa. Incansable papel que le desbordó en multitud de elogios. Quienes no la hayan visto ya tienen otra cinta a apuntar.


4.) Las Horas.


Interpreta a Clarissa Vaughan, una mujer decidida pero con muchos miedos, que vive en el recuerdo, ahogada en la melancolía de un amor del pasado. Madre y amante. Meryl consigue emocionar en uno de sus papeles más dramáticos junto a otras dos fabulosas actrices (Nicole Kidman y Julianne Moore), fantástica interpretación llena de matices que le valió numerosos premios.


3.) La Duda.


Interpretando a la estricta directora de escuela, hermana Aloysius, Meryl realiza una de sus más feroces actuaciones; devorando la pantalla con fiereza firma con asentado sentido de posesión una especie de mujer sobreprotectora y abusiva con dudas, capaz de someter lo indomable. Otra actuación de aplausos.


2.) La decisión de Sofía.



Con esta interpretación consiguió su segundo Oscar y el primero como protagónico. Streep realiza una de las performance más desgarradoras que se hayan filmado. Conmueve al público al retratar el devastador pasado de Sophie Zawistowska. La manera en que dirige su personaje con una delicadeza y fuerza admirable la selló como una auténtica actriz de armas tomar. ¡Sobresaliente!


1.) Los Puentes de Madison.


Quizás exagere este primer lugar pero es la actuación de Meryl que más me ha llegado. Interpreta con una desenvoltura magistral los anhelos y padecimientos de una ama de casa acostumbrada a la monotonía que de un momento a otro empieza un nuevo despertar sentimental y sexual. Imprime veracidad a cada gesticulación, domina el temple y los diálogos sintiendo cada palabra, controlando sus emociones. Difícil personaje realizado con maestría. La escena final bajo la lluvia es ya un clásico mismo en las cintas románticas. 

¿Cuál es el vuestro?

lunes, 14 de octubre de 2013

Crítica de "Rush".


8/10

"Una vez que se conoce el peligro, no se puede vivir sin él." David Purley.

Muchos admiramos el trabajo de los pilotos de Fórmula 1. Corredores natos, con adrenalina recorriendo sus cuerpos que viven al límite cada carrera con el desafío de superarse a sí mismos y complacerse a través de lo que más les emociona. Cada carrera es diferente, cada Gran Premio es una historia que contar. Hubo una época donde los pilotos no contaban con toda la seguridad que existe el día de hoy, y el riesgo de muerte en carrera era mucho mayor. El mundo contemplaba atónito la muerte de quien a posterior se convertiría en un mito para los seguidores de este deporte: Ayrton Senna. El brasileño fue uno de los grandes nombres que surgieron en este deporte a inicios de los ochenta, pero que se vio consagrado como campeón a finales de la misma década. Hace poco contemplamos su vida en el documental “Senna”, de Asif Kapadia y pude percatarme que Hollywood de una u otra manera se ha volcado a retratar el mundillo que encierra este enigmático deporte. La última propuesta es “Rush”, de Ron Howard, que narra la rivalidad acaecida entre James Hunt y Niki Lauda durante la temporada 1976.


No quiero detenerme a analizar los pormenores de su fidelidad a la historia, la veracidad como tal de la cinta, sino más bien a su “puesta a punto” como producto cinematográfico. Y es que situándolo de este modo, “Rush” es explosiva, un film altamente entretenido que recorre a ritmo violento la vida de estos dos héroes del automovilismo y engalana con una excelente puesta en escena su travesía en una turbulenta temporada. Howard pone en su película el punto de vista de ambos pilotos, somos sus ojos y sus oídos; analizamos de a poco el avance que van conduciéndolos al éxito y a una rivalidad que iniciaría desde la Fórmula 3. Lo maravilloso de esta película es que no está dirigida únicamente a un grupo de aficionados al sector formulístico, por el contrario, Howard ha construido un producto apto para todas las masas, que disfrutarán a un ritmo vertiginoso las hazañas de sus protagonistas.


Definirlo como un biopic me parece desacertado, es más bien la mirada a una época bastante oscura en la Fórmula 1. El constante toqueteo a la muerte que recorre al film desde el mismo inicio hace sentir el pavor que muchos pilotos percibían; era un deporte de sacrificio en el que los corredores al subirse al bólido iban con la certeza de que podría ser su última carrera. Es aquí donde florecen dos mundos diferentes. James Hunt vivía de acuerdos a sus propias reglas, era un rebelde por naturaleza, amaba andar al límite en su vida diaria, cosa que lo transmitía a la pista, siendo un piloto sumamente rápido. Niki Lauda era un antónimo total para Hunt; él era disciplinado, de mayor fortaleza mental, vivía su vida sin excesos y trataba, pese a parecer algo fuera de lugar, no poner su vida a riesgo. Lauda y Hunt estaban destinados a ser enemigos dentro de la pista, pero tampoco tuvieron una buena relación lejos de ella. De esta manera Howard nos invita a la construcción de su película con un inicio algo lento pero necesario para poco a poco zambullirnos en la frenética vida de ambos pilotos.

“Rush” ejerce como un tónico emocionante a los adictos a la velocidad, y en toda su forma nace una reflexión sobre la vida misma, las segundas oportunidades, el riesgo por el que todos atravesamos independientes a nuestra profesión. Howard sabe que los pilotos no son más humanos que cualquiera; tienen miedo, pero lo saben dominar. Y a través del increíble accidente de Lauda, que casi lo deja sin vida, se experimenta y se palpita la sensación de lucha interior que éste oferta al ver cómo su máximo rival sigue conquistando triunfos. “Rush” retrata el éxito más allá de un simple y acartonado título, poniendo la existencia como el mejor triunfo para cualquier hombre. El plano emocional que recorre el film no se siente como un sentimentalismo barato, al contrario, llegados a esta parte se ha puesto un fundamento serio y radical que facilita la introducción a la parte más sensible de la película sin parecer desentonada. Por esto y más, “Rush” es necesaria, y no solo como producto de entretenimiento, sino como una exaltación a la vida.


Técnicamente es una maravilla. Anthony Dod Mantle (director de fotografía) utiliza una combinación acertada de colores y tonos para diversos momentos de la cinta: así los colores fríos retratan los momentos más sensibles del film, y por supuesto expresan la oscuridad de ciertas carreras; y en otros momentos hay mucha viveza y brillo. Fascina el despliegue del sonido en el film así como su montaje y por supuesto su banda sonora (otro gran trabajo del siempre efectivo Hans Zimmer). Y aunque el guión es bastante correcto, la mano de Howard lo eleva por la cima. Interpretativamente hablando, soberbias actuaciones de Chris Hemsworth y Daniel Bhrül, ambos se compenetran en sus personajes y se convierten en esos pilotos que desafiaban la muerte. Cierto es que algunos personajes sobran, pero aun así, se mantiene la sensación de haber disfrutado una película brillante en muchos sentidos.
"Rush" es extrema, va al límite, indaga y muestra con acierto vidas paralelas opuestas. Se agradece este acercamiento interesante y necesario a una turbulenta era. No te quedes en la salida... ve a verla.

sábado, 5 de octubre de 2013

Melodías de película: La vida es bella.

Una de las historias más conmovedora, triste y a la vez hermosa de los años noventa tiene también una exquisita banda sonora, que es capaz de transportarnos y hacernos vibrar con cada una de sus melodías, me refiero a "La Vida es Bella" de Roberto Benigni. Este clásico contemporáneo que ha cosechado fama internacional y ha sido vista por millones alrededor del globo nos ofrece una magnífica historia de amor desde dos ópticas, el amor romántico y el amor paternal. La música confiere un toque de humor y alegría al film, aunque en los momentos más duros sabe mantener ese halo mágico característico. Las piezas de Nicola Piovani conquistan y enamoran. Les dejo los cuatro temas que más me gustan de este precioso film. 











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