martes, 31 de diciembre de 2013

Top 5: Lo mejor de Tim Burton.

Este año vamos a terminarlo a lo grande, con uno de mis directores de fantasía favoritos. De una imaginativa terrible y creador de tantos sueños y pesadillas como sea posible. Un genio contemporáneo con uno que otro bache, pero con obras indiscutibles para la cultura moderna: Tim Burton. Mis 5 películas favoritas del director son:

5.) Sleepy Hollow


 Maravilloso cuento de horror dotado del siempre magnífico tono humorístico de Burton. Excepcional recreación de una pesadilla, de una localidad atestada por un mal, y de un personaje enfrentando sus propios miedos.


4.) Frankenweenie


Una de sus últimas producciones y una de las que más posee alma. Un bello y emotivo homenaje a los cuentos de horror que tanto pulieron el estilo de Burton. Una magnífica película rodada en stop motion, emocionante y que recuerda lo hermoso que son esos compañeros fieles.


3.) Eduardo Manostijeras


Fantasía en estado puro y en el centro una original y hermosísima historia de amor capaz de emocionar y encariñarnos a través de uno de los personajes más empáticos de los últimos tiempos. Una fábula romántica que posee un espíritu contagioso y revitalizador. Indispensable para fechas navideñas y para compartir en familia.


2.) Ed Wood



Una joya delirante de los noventa. Un excepcional tributo que no es de todo; una cinta icónica, cálida, audaz, entretenida, extravagante, graciosa, mordaz. Fascinante biopic sobre el que es considerado el peor director de la historia del cine. Depp está increible, junto a Martin Landau. Necesaria.


1.) Big Fish


Una maravilla artística imperecedera. Una lección de arte, de amor, de paternidad, de conquista, de sueños, de libertad. Una fábula estimulante, entretenida e hipnótica. Un innovador despliegue visual, capaz de atraer en su simbología un cerro de mensajes que van directo al alma. Un viaje alucinante a través de Ewan McGregor, y la mano virtuosa de un visionario como Burton. Una de las películas de mi vida. Fascinante. Cine Puro.

¡FELIZ 2014 les desea CINE PURO!

martes, 24 de diciembre de 2013

¡Felices fiestas!

Que el amor, la dicha y la unión estén siempre presente y no solamente un 24 o 25 de Diciembre. Aunque sean temporadas difíciles hay que alzar la cabeza y vislumbrar que aun entre tantas sombras hay una esperanza radiante aunque muchas veces cueste verla. No soy poeta, ni un intento de ello, pero vamos, son palabras que nacen del corazón.
Una de mis escenas preferidas para amenizar estas fechas.

¡FELIZ NAVIDAD!


sábado, 14 de diciembre de 2013

Crítica de "Prisoners" (Prisioneros)


8/10

La primera vez que vi "Incendies" podría decirse que terminé muy emocionado ante la historia que el canadiense Dennis Villeneuve nos estaba contando. Una de esas historias tan increíbles que pueden ser la realidad de cualquiera, donde tan solo bastaba un poco de realismo a la ejecución, un prodigioso guión, y por supuesto, unas interpretaciones a la altura para desencadenar una ola de emociones. Desde ese instante le "pegué" un ojo a este director. Era la primera película que veía de él y la satisfacción era grande. En este 2013 ha estrenado ya dos largometrajes, uno de ellos es el thriller "Prisoners" protagonizado por Hugh Jackman y Jake Gyllenhaal.

La sinopsis del film nos presenta a Keller Dover, un hombre de familia que se enfrenta a la peor pesadilla de un padre. Anna, su hija de seis años, ha desaparecido con su amiga Joy y, a medida que pasa el tiempo, el pánico lo va dominando. Desesperado, decide ocuparse personalmente del asunto. Pero, ¿hasta dónde está dispuesto a llegar para averiguar el paradero de su hija?

"Prisioneros" bebe de los mejores thrillers; un film excepcional sobre un tema de complicada envergadura, que apoyado de un trabajo de dirección brillante desciende hasta los mismos infiernos de sus personajes con el propósito de entregar un bocado cinematográfico de altura. La película ahonda en la historia de un secuestro de dos niñas y la tortura psicológica que sigue a las dos familias tras el suceso. Tal como los mejores edificios, el film de Villeneuve se construye suavemente pero a la vez de manera poderosa. Un inicio lento que nos presenta a ambas familias en la celebración del día de acción de gracias; posterior a eso, lo inevitable. Luego resulta interesante conocer cómo se hilvana de manera efectiva la historia.
"Prisoners" es tensa y dinámica. Una película que pone en una dura encrucijada a dos familias que deberán cuestionarse los principios que poseen o proceder a cometer justicia por propia cuenta en medio de la desesperación. 



Villeneuve es un director capaz de hacer trabajar a sus personajes en medio de fuertes contrastes para llegar a un punto. Y llegados a esta línea todo se solidifica. Las pistas que se van soltando no están desentonadas ni parecieran estar fuera de cualquier lectura; por el contrario la manera en la que están expuestas hacen que el espectador, tanto como los protagonistas se sientan atraídos y seducidos por lo que ocurre. El proceso de seducción e hipnotismo que procede del film es una de las características en estos trhillers de últimos años, hecha con mano firme y sin maniqueos. Porque pese a abordar un tema en el que la lágrima fácil podría haber caído ruinmente, el director lo evita y eso hace que el film gane en enteros. Es lenta, sí, pero no por cuestiones azarosas, sino porque se realiza una construcción cuidadadosa de todos los hechos.
El film habla del amor y la entrega familiar. ¿Qué es capaz de hacer uno cuando uno de tus hijos desaparece, y en el que crees conocer al culpable mientras la policía pareciera estar jugando contigo? Eso nos lo plantea el film de mano de Hugh Jackman, un padre desesperado que poco a poco se atormenta más y más para hallar pistas a lo que tanto desea. Leía que el actor tuvo que pasar horas en vela, y dormir muy poco para recrear su personaje y hacerlo sentir más verídico ¡Y vaya que lo logró! Su dolor e impotencia es palpable en cada minuto de la cinta, incluso en el final cuando su participación aun no acaba. El personaje de Hugh Jackman también nos da una interesante reflexión que cada uno sabría definirla a su manera: "¿Es correcto obrar por cuenta propia, aun cuando las autoridades te lo prohíban?". Aquí el director hace énfasis en la no tan confiabilidad del sistema, pero aun así, cuando una investigación se es guiada por un hombre con sed de justicia (Jake Gyllenhaal) se pueden conseguir grandes cosas.
"Prisioneros" es dura porque muestra los más perversos sentimientos humanos y confrontación de la maldad vs la Fé. 



Aplausos aparte a la fotografía de Roger Deakins, quien consigue construir un ambiente cercano a lo sombrío y perverso, y además el montaje y la banda sonora del film cumplen perfectamente sus roles dentro del film otorgando la seriedad y solidez que estos thrillers merecen. El reparto es uno de los mejores del año, todos brillantes en sus roles, aunque insisto en que Jackman está portentoso junto a Gyllenhaal, ambos comandan un elenco de primera y elevan la historia a su sitio.
Maravilloso enfrentamiento de cuestiones morales, dotado de una atmósfera asfixiante que vuelve a confirmar a Villeneuve como un director brillante, capaz de poner en jaque los pensamientos más retorcidos del ser humano. ¡Imperdible!

martes, 26 de noviembre de 2013

El Cebo (1958)



Una niña aparece asesinada en el bosque de un pequeño pueblo suizo. Inmediatamente las sospechas recaen sobre el viejo vendedor ambulante que encontró el cadáver. Únicamente el comisario Matei duda de su culpabilidad, pero se acaba de retirar y deja el caso en manos de un compañero. Mientras tanto, el anciano, incapaz de resistir la situación, se suicida en su celda. Ya en el aeropuerto, a punto de coger el avión, el comisario Matei repara en algunos detalles contados por los niños de la escuela y decide aplazar su viaje para empezar a investigar por su cuenta.



De una manera casi inmediata tras el inicio de la película somos enviados directamente a un bosque en Suiza donde un vagabundo encuentra un cadáver. El director de esta cinta, Ladislao Vajda, trabaja meticulosamente en todos los aspectos de esta clásica cinta de investigación policial para entretener al público y brindar una puesta en escena capaz de enganchar y no soltar. El inicio hela la piel y luego el desarrollo de la premisa es pasivo pero poderoso. Casi magnético.
"El Cebo" es una película absorbente, intensa, llena de suspense, que suda cine por todos sus poros; inicia su recorrido como una investigación criminal-policíaca y luego se convierte un retrato de la miseria humana. Una película hecha con alma que no solo se limita a presentar escenarios y actores en medio de un terrible problema, sino que postula ideas sobre el deterioro de una sociedad europea convaleciente a mediados del siglo pasado. Recuerda un poco a la obra maestra de Lang: "M, el vampiro de Düsseldorf", en ella también se presentaba un soberbio cuestionamiento filosófico sobre los principales motivos que llevaban a un hombre a cometer horribles crímenes con niños (aun está grabada en mi memoria el discurso final de un impresionante Peter Lorre). Acá nos detenemos a las dudas que se plantea un hombre respecto a la culpabilidad de quien pareciera ser un chivo expiatorio ante una comunidad que exige respuestas inmediatas para subsanar el hecho de encontrar el responsable de los crímenes y así detener la mortandad infantil.



En "El Cebo" podemos detenernos a observar muchos puntos. Uno de ellos es la formación e inteligencia del protagonista de la película, el comisario Matei, el único capaz de plantearse interrogantes en torno a todas las pistas que va a sacando a luz. Un hombre que no juega a hacerse el héroe sino simplemente a responder ante los actos que requieren su participación e incitan a detener un mal. Luego tenemos al enemigo, el infanticida, un ser despiadado y perverso de apariencia débil pero capaz de perpetrar los más siniestros crímenes debido a oscuros deseos. Vajda examina psicológicamente a este ser; un hombre infeliz, dominado por su esposa quien le hace humillaciones constantes y para "reponerse" de ello recurre al desahogo emocional de la manera más atroz (tratando de demostrar su virilidad consiguiendo que las féminas más inocentes, niñas, le hagan caso). Muchas veces se ha querido examinar la figura de un psicópata, y pocas veces ha quedado muy claro y de una manera tan sencilla como se nos muestra en esta película (Hitchcock ya es otra cosa, el amo por excelencia). 
Es de admirar en esta película cómo las pistas van floreciendo y dan origen a todo el planteamiento que el comisario finalmente obtiene. Quizás muchos atinen a advertir que es mucha coincidencia, pero el desarrollo del mismo hace pensar que se ha trabajado detalladamente para no parecer todo tan casual. Es que Vajda también consigue con ese efecto que el espectador juegue con las pistas que poco a poco se van entregando, y como dije al inicio, lograr que se esté atento a todo el metraje. No queda ningún cabo suelto y al llegar al desenlace todo está en su sitio. 



Hay muchas escenas hermosas SPOILER* Como aquella en la que el comisario debe dar la noticia del asesinato brutal de la niña a sus padres y la inmediata reacción de ellos, entre lo atónito e increíble y la repulsión a la idea de haber perdido a su ser más preciado; aquí todo luce perfecto con una envidiable armonía, un juego de primeros planos fantásticos y una fotografía sublime* FIN SPOILER.
En definitiva, una de esas poderosas cintas que realmente son agradables de ver y que han servido de inspiración a muchas películas que hoy en día también se centran en retratar el desarrollo de un crimen y su consecuente desenlace.

martes, 12 de noviembre de 2013

Crítica de "Mejor no hablar de ciertas cosas".

 

 6/10

De que el cine ecuatoriano ha tomado un fuerte impulso en los últimos años es una realidad que no se puede tapar con un solo dedo. Ya atrás quedaron los años en los que solamente un par de films eran producidos anualmente y uno que otro lograba obtener un éxito moderado. Desde hace unos cinco o seis años la industria cinematográfica ecuatoriana ha recibido un gran empuje y ahora cada vez más se abren puertas, ventanas o caminos para que las diferentes propuestas pueden llegar a tener luz. Esto ha pasado con la reciente película de Javier Andrade "Mejor no hablar (de ciertas cosas)", obra nacida y creada en territorio costero del Ecuador que ha recibido halagos internacionalmente y es la representante de este país de cara a los Oscar del próximo año.


La película se centra en la vida de Paco Chávez quien lleva una vida decadente y encantadora en la costa del Ecuador. Esa vida la impulsan las drogas y el romance eterno e ilícito que tiene con Lucía, su novia del colegio, ahora casada con otro hombre. Una noche, Paco y su hermano menor Luis, un músico de punk fuera de control, entran a la casa de sus padres para robarse un caballo de porcelana para empeñarlo y conseguir drogas. Su padre los descubre y se arma una pelea violenta en la que todo el mundo pierde los cabales. Las consecuencias de esa pelea perseguirán a los hermanos para siempre y cambiarán la vida de todos a su alrededor.
Las consecuencias de una noche frenética dirigidas por los impulsos de conseguir placer a base de lo ilegal serán gigantescas para dos hermanos nacidos y criados en el pudor de una familia aristocrática de Ecuador. Andrade en su película nos sumerge a una odisea de emociones intensas, capaces de atrapar con mucho énfasis lo que se cuenta en este crudo relato. "Mejor no hablar de ciertas cosas" es una película dotada de vida y mucha realidad, una realidad que aqueja y se siente hiriente, que palpita sudor y miedo a borbotones, un miedo a lo desconocido, un miedo a la aventura, un miedo a experimentar los sueños, un miedo a las realidades que se crean aunque no se las desee. En la película Paco nos va narrando su vida y cómo ha llegado a un punto culminante en el que todo a su alrededor es una fachada de lo que nunca soñó. Nos cuenta cómo su familia vive de las apariencias mientras él y su hermano se hunden en el vicio, la corrupción y problemas de distinto índole. El film habla de relaciones familiares quebantadas donde la búsqueda por la imagen y la estética predomina antes que los propios valores. Para ello somos invitados a contemplar el destino de los dos hermanos (el otro se llama Luis) tras la muerte de su progenitor. Paco se hunde en la depresión y pese a obtener algo que siempre quiso (su unión y convivencia con el amor de su vida) se ve pronto atrapado en un mundo en el que reconoce no saber a dónde ir. Paco no tiene nada claro, vive a la deriva. Luis, por su parte, es todo lo contrario. Tiene determinación, tiene sueños, y lucha por cumplirlos aunque los maneras no sean los mejores. Es impulsivo, sí, y muy desarmado. Descontrolado, egoísta, mal hablado y destructor. Son de personalidades opuestas y Andrade trata de hacernos comprender y matizar la importancia de esto.

"Mejor no hablar de ciertas cosas" también retrata otros tipos de males de la sociedad contemporánea en el país, donde la corrupción ligada a la delincuencia son casi pan de cada día. Lo notable de este punto es que su director lo envuelve en una interesante capa que logra no palpar la manipulación en ningún momento. También la música cobra vital importancia (aunque a veces pareciera exagerada y estirada en demasía) dotando de músculo a una cinta donde las letras acompañadas de la melodía saben a gloria. La música se transforma en ese consuelo vital a almas ahondadas en el delirio y la melancolía. Andrade opta por diversos ritmos sin centrarse en un mundo especial. Retuerce a la audiencia sumergiéndola en los compaces de las guitarras, ya sean tocando punk o algún bolero interesante.
Si de algo hay que culpar a la película es de ciertas irregularidades a la hora de conectar todo; llega un momento en el que existe la sensación de relleno (ya lo advertía arriba) y eso provoca una desconexión a una propuesta interesante. Con ello no indico que la película se vaya a pique, no, pero es un problema evitable. Ciertas obviedades también saltan a la palestra cuando deberían no profundizarse. Sufro un poco (en el no tan buen sentido de la palabra) con ciertas historias que no terminan de llegarme del todo una vez dado el mayor punto de inflexión, y esto quizás ocasionado por la incapacidad de ciertos intérpretes de conseguir que sus personajes trasciendan sobre sus ¿mal dibujados? personajes. Victor Aráuz es la mayor sorpresa del trabajo actoral, su actuación es deslumbrante, y aunque está ayudado porque su personaje es el mejor descrito de todos, consigue lo que se propone. 
Luego está el desenlace que da para mucho tipo de polémica, pero pese a ello y lo que se pueda decir o criticar debo decir que me parece interesante el tono del mismo, creo que se percibe cierta sátira al mundillo político y la manera de rodarse es notable. Digo, el film se permite ciertas "licencias" para llegar a este final, se notas ciertas costuras, pero aun con ello, resulta ampliamente confortante.



La fotografía recurre mucho a colores opacos, dándole importancia a la opacidad de la vida de sus personajes, aunque cobra vida en los momentos más enérgicos (conciertos, fiestas). Destacar además un buen trabajo de montaje.
Mejor no hablar de ciertas cosas se expresa como una película que desafía lo establecido. Destaca su introspección con cierto tono satírico a la alta sociedad ecuatoriana. Su final, quizás demasiado extraño para algunos, incluso ridículo, refuerza esa sensación. Habría que verla para comprobarlo en definitiva. 

lunes, 28 de octubre de 2013

Top 5: Lo mejor de Meryl Streep.

Para muchos la mejor actriz viva de la historia del cine. Un ícono y una leyenda viviente. Con 64 años ha sabido crear un historial delante de las cámaras bastante atractivo que incluyen grandes papeles protagonistas como secundarios de lujo, que la han consagrado al estrellato. Y aun así sigue erigiendo con gran destreza una infinidad de personajes, todos lúcidos. Meryl ha cosechado tres premios de la Academia, ocho Globos de Oro y dos premios BAFTA, entre otras distinciones. Aquí he seleccionado los papeles que particularmente me parecen un poco más por encima de todos, aunque en realidad tiene tantos que ha sido un trabajo difícil.

5.) Silkwood


Meryl Streep personifica a una mujer inteligente, graciosa, fuerte y luchadora llamada Karen Silkwood. Basada en una increíble historia real, Streep dota una de sus más hondas y humanas interpretaciones capaz de seducir al espectador por su entrega y determinación a la causa. Incansable papel que le desbordó en multitud de elogios. Quienes no la hayan visto ya tienen otra cinta a apuntar.


4.) Las Horas.


Interpreta a Clarissa Vaughan, una mujer decidida pero con muchos miedos, que vive en el recuerdo, ahogada en la melancolía de un amor del pasado. Madre y amante. Meryl consigue emocionar en uno de sus papeles más dramáticos junto a otras dos fabulosas actrices (Nicole Kidman y Julianne Moore), fantástica interpretación llena de matices que le valió numerosos premios.


3.) La Duda.


Interpretando a la estricta directora de escuela, hermana Aloysius, Meryl realiza una de sus más feroces actuaciones; devorando la pantalla con fiereza firma con asentado sentido de posesión una especie de mujer sobreprotectora y abusiva con dudas, capaz de someter lo indomable. Otra actuación de aplausos.


2.) La decisión de Sofía.



Con esta interpretación consiguió su segundo Oscar y el primero como protagónico. Streep realiza una de las performance más desgarradoras que se hayan filmado. Conmueve al público al retratar el devastador pasado de Sophie Zawistowska. La manera en que dirige su personaje con una delicadeza y fuerza admirable la selló como una auténtica actriz de armas tomar. ¡Sobresaliente!


1.) Los Puentes de Madison.


Quizás exagere este primer lugar pero es la actuación de Meryl que más me ha llegado. Interpreta con una desenvoltura magistral los anhelos y padecimientos de una ama de casa acostumbrada a la monotonía que de un momento a otro empieza un nuevo despertar sentimental y sexual. Imprime veracidad a cada gesticulación, domina el temple y los diálogos sintiendo cada palabra, controlando sus emociones. Difícil personaje realizado con maestría. La escena final bajo la lluvia es ya un clásico mismo en las cintas románticas. 

¿Cuál es el vuestro?

lunes, 14 de octubre de 2013

Crítica de "Rush".


8/10

"Una vez que se conoce el peligro, no se puede vivir sin él." David Purley.

Muchos admiramos el trabajo de los pilotos de Fórmula 1. Corredores natos, con adrenalina recorriendo sus cuerpos que viven al límite cada carrera con el desafío de superarse a sí mismos y complacerse a través de lo que más les emociona. Cada carrera es diferente, cada Gran Premio es una historia que contar. Hubo una época donde los pilotos no contaban con toda la seguridad que existe el día de hoy, y el riesgo de muerte en carrera era mucho mayor. El mundo contemplaba atónito la muerte de quien a posterior se convertiría en un mito para los seguidores de este deporte: Ayrton Senna. El brasileño fue uno de los grandes nombres que surgieron en este deporte a inicios de los ochenta, pero que se vio consagrado como campeón a finales de la misma década. Hace poco contemplamos su vida en el documental “Senna”, de Asif Kapadia y pude percatarme que Hollywood de una u otra manera se ha volcado a retratar el mundillo que encierra este enigmático deporte. La última propuesta es “Rush”, de Ron Howard, que narra la rivalidad acaecida entre James Hunt y Niki Lauda durante la temporada 1976.


No quiero detenerme a analizar los pormenores de su fidelidad a la historia, la veracidad como tal de la cinta, sino más bien a su “puesta a punto” como producto cinematográfico. Y es que situándolo de este modo, “Rush” es explosiva, un film altamente entretenido que recorre a ritmo violento la vida de estos dos héroes del automovilismo y engalana con una excelente puesta en escena su travesía en una turbulenta temporada. Howard pone en su película el punto de vista de ambos pilotos, somos sus ojos y sus oídos; analizamos de a poco el avance que van conduciéndolos al éxito y a una rivalidad que iniciaría desde la Fórmula 3. Lo maravilloso de esta película es que no está dirigida únicamente a un grupo de aficionados al sector formulístico, por el contrario, Howard ha construido un producto apto para todas las masas, que disfrutarán a un ritmo vertiginoso las hazañas de sus protagonistas.


Definirlo como un biopic me parece desacertado, es más bien la mirada a una época bastante oscura en la Fórmula 1. El constante toqueteo a la muerte que recorre al film desde el mismo inicio hace sentir el pavor que muchos pilotos percibían; era un deporte de sacrificio en el que los corredores al subirse al bólido iban con la certeza de que podría ser su última carrera. Es aquí donde florecen dos mundos diferentes. James Hunt vivía de acuerdos a sus propias reglas, era un rebelde por naturaleza, amaba andar al límite en su vida diaria, cosa que lo transmitía a la pista, siendo un piloto sumamente rápido. Niki Lauda era un antónimo total para Hunt; él era disciplinado, de mayor fortaleza mental, vivía su vida sin excesos y trataba, pese a parecer algo fuera de lugar, no poner su vida a riesgo. Lauda y Hunt estaban destinados a ser enemigos dentro de la pista, pero tampoco tuvieron una buena relación lejos de ella. De esta manera Howard nos invita a la construcción de su película con un inicio algo lento pero necesario para poco a poco zambullirnos en la frenética vida de ambos pilotos.

“Rush” ejerce como un tónico emocionante a los adictos a la velocidad, y en toda su forma nace una reflexión sobre la vida misma, las segundas oportunidades, el riesgo por el que todos atravesamos independientes a nuestra profesión. Howard sabe que los pilotos no son más humanos que cualquiera; tienen miedo, pero lo saben dominar. Y a través del increíble accidente de Lauda, que casi lo deja sin vida, se experimenta y se palpita la sensación de lucha interior que éste oferta al ver cómo su máximo rival sigue conquistando triunfos. “Rush” retrata el éxito más allá de un simple y acartonado título, poniendo la existencia como el mejor triunfo para cualquier hombre. El plano emocional que recorre el film no se siente como un sentimentalismo barato, al contrario, llegados a esta parte se ha puesto un fundamento serio y radical que facilita la introducción a la parte más sensible de la película sin parecer desentonada. Por esto y más, “Rush” es necesaria, y no solo como producto de entretenimiento, sino como una exaltación a la vida.


Técnicamente es una maravilla. Anthony Dod Mantle (director de fotografía) utiliza una combinación acertada de colores y tonos para diversos momentos de la cinta: así los colores fríos retratan los momentos más sensibles del film, y por supuesto expresan la oscuridad de ciertas carreras; y en otros momentos hay mucha viveza y brillo. Fascina el despliegue del sonido en el film así como su montaje y por supuesto su banda sonora (otro gran trabajo del siempre efectivo Hans Zimmer). Y aunque el guión es bastante correcto, la mano de Howard lo eleva por la cima. Interpretativamente hablando, soberbias actuaciones de Chris Hemsworth y Daniel Bhrül, ambos se compenetran en sus personajes y se convierten en esos pilotos que desafiaban la muerte. Cierto es que algunos personajes sobran, pero aun así, se mantiene la sensación de haber disfrutado una película brillante en muchos sentidos.
"Rush" es extrema, va al límite, indaga y muestra con acierto vidas paralelas opuestas. Se agradece este acercamiento interesante y necesario a una turbulenta era. No te quedes en la salida... ve a verla.

sábado, 5 de octubre de 2013

Melodías de película: La vida es bella.

Una de las historias más conmovedora, triste y a la vez hermosa de los años noventa tiene también una exquisita banda sonora, que es capaz de transportarnos y hacernos vibrar con cada una de sus melodías, me refiero a "La Vida es Bella" de Roberto Benigni. Este clásico contemporáneo que ha cosechado fama internacional y ha sido vista por millones alrededor del globo nos ofrece una magnífica historia de amor desde dos ópticas, el amor romántico y el amor paternal. La música confiere un toque de humor y alegría al film, aunque en los momentos más duros sabe mantener ese halo mágico característico. Las piezas de Nicola Piovani conquistan y enamoran. Les dejo los cuatro temas que más me gustan de este precioso film. 











miércoles, 18 de septiembre de 2013

Crítica de "Europa Report"




 7/10

Son seis, tripulan una nave que empieza la búsqueda de vida de otro tipo en "Europa", una de las lunas de Júpiter. Así, y de esta manera, Sebastián Cordero nos introduce ante una película pura de ciencia ficción, dotada de fuerza en muchos aspectos donde se conjugan la tensión y el miedo a lo desconocido para brindar una gran obra del género.

Si algo me llamó la atención de esta película es que la dirige Sebastián Cordero, un director que siempre ha preferido los dramas sociales como fuente de expresión artística y cinematográfica a cualquier otro género. En 1999 debutó con "Ratas, ratones y rateros", un excepcional film ecuatoriano que narra las vidas de Angel y Salvador en el mundo delicuencial. La película obtuvo, entre otros reconocimientos, nominación al Goya a mejor film hispano. "Crónicas" la dirigió cinco años después y en ella exponía un relato crudo sobre uno de los acontecimientos más noticiosos a inicios de la década pasada en Ecuador, sobre un hombre que abusaba de niñas y niños para posteriormente asesinarlos. El tino para dirigir tan escandolosa premisa y no hacerla parecer burda y grotesca lo consagró como un director sensible ante propuestas difíciles y que sabía abordar temas peliagudos con gran desenvoltura. "Rabia" (aquí la crítica) en el 2010 le abría las puertas al mercado español, dirigiendo una historia que mezclaba el drama con la intriga y el romance de manera seductora y muy atractiva. En "Pescador" (2012) volvía a sus raíces a enfocar el viaje de un hombre hacia u destino incierto, con la droga como medio de impacto argumental. Ahora en el 2013 llega a Hollywood de la mano de un potente thriller de ciencia ficción que ha cosechado críticas mixtas, pero superando la media y cumpliendo las expectativas.



Su aventura por la ciencia ficción me merece de un inusitado interés, y creo que para debutar en el género lo ha hecho con creces. La película es explícita en los detalles y nos transporta hacia la nave para presentar el día a día de la tripulación (conformado por Sharlto Copley, Michael Nyqvist, Daniel Wu, Anamaria Marinca, Christian Camargo y Karolina Wydra), así cómo presentar cómo los astronautas y todo el equipo luchan para mantener la misión a salvo ante el advenimiento de un sinnúmero de problemas típicos en cualquier misión espacial. El film de Cordero se sostiene porque consigue empapar de intriga al espectador desde el mismo inicio, no aburre y no ofrece conjeturas, nos mantiene enganchados hacia el final, rebosantes por saber más. Y aunque el desenlace peca de previsible (en realidad ciertos momentos llevan el síntoma) la película vale mucho por arriesgarse y estar tan ligada a la realidad. Cordero consigue que cada uno de los intérpretes entreguen más de sí. Encerrados en una nave, el film se percibe como un thriller psicológico y claustrofóbico, y cada personaje mantiene sus matices, haciendo en conjunto un agradable reparto coral, sobre todo real. La dirección de actores es loable. "Europa report" representa el ascenso y la caída del hombre, como un ser que ha conquistado el espacio pero que elementos ajenos y egoístas lo vuelven vulnerable ante lo nuevo y sin capacidad de adaptación. El hombre desea descubrir, desea lanzarse ante el lado oscuro, allá en las tinieblas, pero una vez conquistado, el miedo se hace latente y empieza a generar destrucción. ¿Estamos preparados para una aventura de tan gran envergadura? Planteemoslo dos veces.



 Acompañado de una puesta en escena asombrosa y un apartado técnico muy elogiable, considerando el presupuesto con el que está realizada, "Europa Report" constituye una película de género pequeña pero poderosa; ojo que el montaje se puede volver algo lioso y difícil de llevar, pero aun así construye la tensión necesaria. Mención aparte la gran banda sonora y el excelente reparto (todos notables, en especial Anamaria Marinca).

domingo, 1 de septiembre de 2013

Top 10: Óperas primas

Un listado con las 10 mejores óperas primas que he visto.
De aquí se han consagrado grandes directores.
Totalmente subjetivo, pero confieso que aun debo ver grandes títulos que bien podrían entrar aquí.



10.) DAS LEVEN DER ANDEREN (Florian Henckel von Donnersmarck)


Espléndida historia sobre un héroe anónimo. Recreación magnífica de la soledad y la tragedia que embebe con su frialdad y potencia la pantalla dejando huella tras su visionado. Ulrich Mühe impresiona y emociona.


9.) AMERICAN HISTORY X (Tony Kale) 



Brutal y demoledora historia sobre el racismo y las segundas oportunidades. Kale consigue plasmar su visión sobre un hombre dispuesto a la redención, a un precio muy alto. Norton jamás ha estado mejor. La película deja extasiado y perturbado a más de uno. Un prodigio.


8.) WHO'S AFRAID OF VIRGINIA WOLF? (Mike Nichols) 



Una de las mejores películas de carácter teatral llevadas al cine. Intenso y apabullante juego de desafortunados desencuentros entre un matrimonio en crisis. Apasionante. Taylor y Burton brillan. El despegue de Mike Nichols.


7.) AMORES PERROS (Alejandro González Iñarritu) 



La primera película de una de las trilogías más alabadas de la década pasada. Iñárritu entrega una cinta sobre frustraciones, decisiones y amor. Combina los deseos más oscuros del ser humano con el despiadado destino al que los personajes se sumergen. Intenso y brillante. Maravillosa.


 6.) RESERVOIR DOGS (Quentin Tarantino) 



Tarantino se dio a conocer con esta magnífica historia que da atisbos inmensos de su genialidad. Una grotesca, violenta, entretenida e inteligente historia que nunca sucumbe en su vertiginoso ritmo y en la aparición de diferentes personajes capaces de llevar el relato a la gloria. Impresionante.


5.) 12 ANGRY MEN ( Sidney Lumet)



Una de las cintas más intensas que se han filmado. Mantiene la intriga y el interés desde el mismo inicio hasta su desenlace. Una historia que habla más de lo que aparentemente puede ofrecer, y todo en cuatro paredes. Mordaz crítica a la sociedad estadounidense de aquellos tiempos. Un clásico imprescindible.


4.) THE SHANKSWAK REDEMPTION (Frank Darabont) 



Quizás, la mejor historia sobre la amistad que se haya filmado. Y es más que eso. Un prodigio cinematográfico, aleccionador, conmovedor y muy emocionante. Un viaje místico hacia la libertad, lleno de matices, y con la voz en off de Freeman que hace el recorrido más placentero. Una auténtica obra maestra.


3.) LES 400 COUPS (Francois Truffaut) 



El film sobre el ser adolescente por excelencia. Una fábula moral sobre la libertad que escarba en nuestra mente y se gana el corazón. Un cuento maravilloso y crudo en el que Truffaut se expresa reacio y condena el modelo de joven que el entorno pretende crear. Otro film imprescindible.


2.) CITIZEN KANE (Orson Welles) 



Welles y su aporte a la cinematografía mundial son palabras mayores. Con este film revolucionó la técnica y el concepto, pero a más de ello brindó un relato sobre el ascenso y caída de un hombre que nunca quiso más de lo que el destino le ofreció. Una fascinante película que queda en los cánones de la historia del cine por su valentía y compromiso; su vanguardia es mítica.


1.) AMERICAN BEAUTY (Sam Mendes) 



Quizás a muchos no les parezca, pero esto, como todo, es algo más que nada subjetivo... y a mí Mendes en esta joya me parece soberbio. La película es una de las más bellas y trágicas historias que se han filmado; poética hasta la médula y con una crítica acentuada al mítico sueño americano, un ataque a la superficialidad que el desafortunado entorno ha creado. Un elenco impresionante y un guión que hipnotiza. Mi ópera prima favorita.

¿Y tu top?

miércoles, 14 de agosto de 2013

Crítica de "Mud"



9/10

Dos chicos de Mississippi en la flor de la adolescencia conocen en un día cualquiera a un extraño vagabundo, llamado Mud, quien se ha estado escondiendo en una de las guaridas de los pequeños jóvenes ubicada en una isla poco conocida; él les pide ayuda para escapar y ellos se la brindan. Así empieza una historia que marcará el fin de una etapa en sus vidas.

Terminando de ver esta película se me ha dibujado una sonrisa en el rostro. Quizás por todo el cúmulo de sensaciones y sentimientos que consigue plasmar la cinta en sus dos horas de duración (que en lo particular se me fueron volando), o a lo mejor porque es de esas películas con las que uno puede llegar a identificarse, especialmente cuando acabas de cruzar la barrera de la adolescencia y te preparas a empezar una nueva etapa en la vida. Sí, a lo mejor es eso. Pero indiferente al motivo, lo cierto es que "Mud" cumple todos los requisitos para ser uno de esos potentes, hermosos y crudos dramas que tanto me fascinan.


"Mud" es un relato hermoso y sublime sobre esos sentimientos que florecen en la adolescencia, esta vez contrastados con una turbulenta trama. La película revitaliza la importancia de saber contar una historia. Jeff Nichols (Take Shelter) utiliza todos los recursos disponibles para hacerlo, plagando el film de hermosas imágenes, ayudado, claro está de su colaborador habitual de fotografía, Adam Stone, en el que por medio del ambiente natural en el que el film se desarrolla impregna una fotografía majestuosa; pero además nos cuenta la historia con un ritmo preciso, capaz de provocar e inyectar adrenalina en los momentos claves, o emocionar en otros intervalos. El film profundiza desde una óptica novel temas sobre la familia, la amistad y el amor. Guiados por Ellis (magnífico Tye Sheridan), nos sumergimos a esta historia que se vuelve negra mientras los minutos transcurren, y aunque nos adelantamos a los hechos en ciertas ocasiones la manera de que se muestran da crédito de un esfuerzo interesante y elogiable tras cámara. Nunca aburre y su clímax es espectacular.

En "Mud"  nada suena a impostado, todo huele a real, se percibe con efervescencia el ambiente pantanoso de una isla en decadencia y la ruralidad de los que aun habitan allí. Es un cuento mágico y cruel a la vez. Una historia sobre personajes golpeados por la vida, sumergidos en situaciones emergentes. La capacidad para presentar cómo se desata toda la tormenta es magnífica. El personaje que interpreta McConaughey es ese puente en el que dos pequeños conectarán con el fin de sus infancias. Ellis es quizás aun más principal que el propio Mud, pero el simbolismo que reporta el personaje interpretado por McConaughey en esta historia le brinda la potencia necesaria para confirmar el título de la cinta. Es un viaje a lo desconocido, una aventura peligrosa del que los dos chicos están conscientes pero aun así se lanzan. "Mud" es fantástica porque combina a la perfección la mirada inocente de dos precoces vidas con la dureza y frialdad que el mundo ejerce. Y aun esas dos precoces vidas tienen ideas contrapuestas que afirman la amistad tan cercana que profesan paradógicamente: mientras Ellis aun profesa creer en el amor genuino, intachable, poseedor de ideas románticas pese a asistir a la destrucción del matrimonio de sus padres, Neckbone (un muy notable Jacob Lofland) no aspira más que vivir tal como su tío, depender de la suerte de su destino y tocar a cualquier chica que se preste para sus intenciones. Dos mundos diferentes, mientras Neckbone se muestra reacio ante la aventura que emprenden junto a Ellis, éste último deposita toda su confianza en ese ser extraño llamado Mud, que le asegura hacer todo lo que hace por amor. Y es ese el motor de toda la película: el amor. Mud, un pobre diablo enamorado, Juniper (Whiterspoon) una muchacha maltratada por la vida, condenados a un amor imposible en el que el destino quizás nunca jugó de su lado. Y el amor es lo que mueve las acciones de Ellis, comprobando incluso su primer enamoramiento y romance. Empatizamos con él sobre cualquier otro personaje, sufrimos como él sufre, creemos en lo que cree; nos hacemos parte de su vida por un instante sin importar que mientras el globo sigue inflándose, llegará pronto a explotar. La recreación de esta aventura al mejor estilo de Mark Twain (la comparación salta a la palestra inmediatamente) es fascinante, en el que se incluye además de todo asesinatos, celos y venganza.



Mattew McConaughey reitera una vez que posee una capacidad interpretativa que antes no habría sido posible descubrir. Aquí está soberbio, capaz de proyectar un personaje atosigado por la vida, frenético, humano, rebelde y enamorado. Junto a él un reparto magnífico, desde los prodigiosos jóvenes hasta la misma Whiterspoon. Nichols vuelve a confirmarse como un gran director de actores, logrando que todos los roles sean interpretados con la confianza necesaria para proyectarla en escena. La banda sonora a cargo de David Wingo es perfecta y se acompaña con hermosas canciones countries haciendo aún más placentero el visionado.

En definitiva un drama maravilloso, conmovedor, con un guion magnífico y una historia que provoca mil emociones. Un logro que Nichols vuelve a repetir tras la excelente "Take Shelter", pero que aquí, en lo muy personal, encanta aun más. De lo mejor del año.

domingo, 4 de agosto de 2013

Crítica de "Only God Forgives" (Solo Dios perdona)




5.5/10

Polémica, y mucha, ha generado la última película del danés Nicholas Winding Refn: "Only God Forgives". Abucheada en Cannes, despreciada por un sector de la crítica, mientras que endiosada por otros, el film ha sido de esas propuestas catalogadas como "la odias o la amas". Me cuesta mucho ubicarme en un polo, porque si bien hay cosas que me han parecido insufribles, hay otros elementos que han parecido soberbios y al realizar una clasificación simplemente me quedo a medias.

La historia de desarrolla en Bangkok. Allí Julian, un fugitivo de la justicia estadounidense, dirige un club de boxeo tailandés que actúa como tapadera para su tráfico de estupefacientes. Su madre, jefe de una amplia organización criminal, desembarca procedente de Estados Unidos para repatriar el cuerpo de su hijo favorito, Billy: el hermano de Julian ha sido asesinado tras haber masacrado salvajemente a una joven prostituta. Llena de odio y venganza, exige a Julian la cabeza de los asesinos. Julian deberán entonces enfrentarse a Chang, un extraño policía jubilado, adulado por los demás policías.

Desde tiempos mitológicos la venganza siempre ha sido una de esas historias tan atractivas y mórbidas para el ser humano. Conocer el final de un grupo de seres que hicieron daño a otras personas siempre provoca atracción ya que por naturaleza somos seres curiosos. En "Only God Forgives" el tema principal es la venganza. Otros dirían que es la violencia, lo cual es aceptable, pero la violencia es simplemente el acompañamiento perfecto de lo cual lo vengativo se enorgullece. La película es un suculento plato hipnótico sobre la dignidad y la redención, la expiación de las culpas e incluso una lucha exhaustiva por el honor. Mediante la utilización de una puesta en escena maravillosa, Refn nos transporta a una historia oscura, lúgubre, siniestra, que habita entre las sombras de lo prohibido y postula un llamado de atención a los tiempos recurrentes, donde a modo de equilibrio, aparecen justicieros con la misión de resarcir lo que el mismo hombre ha creado.


Los personajes de la película son seres sin escrúpulos, pecaminosos, carente de cualquier valor, mas muy arraigados a lo que la familia se refiere. En el inicio, Billy, incitado por motivos extraños expresa su deseo de fornicar con una adolescente. Su deseo no es cumplido y sufre las consecuencias de un acto vandálico. Luego, en la habitación de un motel, asesina de manera despiadada a otra joven. El ciclo no se cierra y Billy es asesinado por el padre de la joven, de manera brutal y salvaje como él lo hizo. Este es el preámbulo para una odisea de crímenes que se desatarán a partir de entonces. Gosling interpreta a Julián, otro ser extraño, un ser al que difícilmente pueda uno penetrar y entender su psicología. Él no lo permite, y ni incluso al final llegamos a comprender con exactitud mucho de sus movimientos, actitudes o ideas. Atormentado por una personalidad de complicada envergadura, en la que incluso su madre expresa deseos caducos para moldear, Julián será el encargado de llevar a cuestas una película destinada a la tragedia desde el primer minuto. La madre de Julián (interpretada por una excelente Kristin Scott Thomas) manifiesta una autoridad manipuladora sobre sus séquitos, y guiará hasta la máxime sus esfuerzos por honrar la memoria de su hijo asesinado. Y es este, uno de los principales planteamientos que el film sostiene: el honor familiar. Pero ¿se esconde acaso algo más siniestro y perturbador sobre esa máscara? Posiblemente. El film juguetea con la idea del incesto en más de una ocasión, revoloteando por medio de imágenes y unos que otros diálogos contundentes que exaltan la imaginación... Huele a tragedia griega ¿no? Quizás Winding Refn ha querido homenajear al género, pero dándole su toque personal, ese sello que lo caracteriza y por lo cual es tan amado u odiado. Pero lo ha querido combinar con otros géneros, tal cual es la historia samurái. Muchas referencias me hacen pensar en ello, y el personaje interpretado por Vithaya Pansringarm cumple la labor de ser esa especie de antihéroe logrando estar un paso adelante de todos, misterioso y sin escrúpulos, como el verdugo autoimpuesto, tratando de hacer justicia a su modo. En fin, que utilizando potentes imágenes y una puesta en escena más que elogiable, Winding Refn nos trata de ofrecer un manjar interesante, y que, en otros casos, a través de otra forma, me hubiera resultado dulce, pero lamentablemente hay algo que no me cuadra en todo el enrollo. 



El exceso de planos artísticos, cargados de una pretenciosidad delirante hacen que el objetivo principal de "Only God Forgives" sea desvirtuado y no llegue con la potencia necesaria, y en los peores casos, el mensaje no pueda captarse de manera justa. Hay una redundancia de escenas y el tono de previsibilidad se hace eco, también, transcurrida la primera media hora. Pese a que no aburre, hay la sensación de que todo se alarga en exceso; un cortometraje hubiese sido, a lo mejor, mucho más disfrutado. A la final existe la sensación de que fue un buen intento quedado a medias, luchando entre la poesía que ofrecen las imágenes, (muy bien cuidadas, por cierto) y una historia redonda que no consigue plasmarse con la exactitud necesaria.
La violencia es la excusa perfecta para una historia que en otros casos hubiera brillado, no es gratuita, a diferencia de otros directores que la utilizan como mero espectáculo visual. Mientras en "Drive", asistíamos a la que quizás sea su mejor película, muy alejado de sus antecesoras cintas, este supone el regreso a "su cine", y desafortunadamente hubiera preferido una evolución de lo anterior. Lo cierto es que, mientras más hablo de ella, y nado entre los recursos ofrecidos y la manera de presentarlos, nace una inquietante curiosidad por revisionarla. La polémica está servida.

lunes, 22 de julio de 2013

Crítica de Stoker (Lazos Perversos)

 


Nota: 7/10

La genética se encarga del estudio de la transmisión hereditaria que se hace de generación en generación, tanto de caracteres físicos como psicológicos. Mucha de ella (la genética) se habla en "Stoker", el último film de Par Chan-Wook (y su primero en ser realizado en territorio norteamericano), aunque no de manera explícita porque el director desea presentarlo sutilmente, pero al final llegamos a comprender que la sangre y esos lazos genéticos mucho juegan aquí.
Mia Wasikowska, una joven actriz que ya se ha ganado un pequeño espacio en la gran pantalla a fuerza de papeles que han explorado bastante una psicología interesante, como el que realizó en "The Kids are allright" siendo la hija de una pareja de lesbianas, o interpretando a la joven Jane Eyre en el film homónimo dirigido por Cary Fukunaga. El punto es que en esta ocasión vuelve a sumergirse en el que haya sido quizás su mayor reto interpretativo. Mia interpreta a India, una joven que en la víspera de su cumpleaños número 18 pierde a su padre en un accidente muy poco explicativo. En su padre, India encontraba a la persona que la entendía a la perfección, ya que desde muy chica aprendió el arte de la cacería junto a él siendo la persona más allegada a ella. Fallecido él no tiene a quien acudir ya que su madre (una resplandeciente Nicole Kidman) vive más interesada en otras cosas que en brindarle la debida importancia a su hija. En el funeral de su padre, aparece inesperadamente un tío que India desconocía, Charlie (Matthew Goode), quien planea quedarse un tiempo considerable en la casa que era de su hermano. 


"Stoker" mezcla el drama psicológico de matices profundos con una atmósfera incesante de intriga y terror. El resultado es cuanto menos atractivo. La película brilla porque Chan-Wook consigue crear con alto nivel de estilismo y una estética sensible y seductora una historia capaz de inyectar adrenalina en momentos claves, y sugerir a base de las escenas propuestas ideas y pensamientos retorcidos que cargan misterio, sensibilidad y un toque infalible de morbo. La película no se centra a hablar sobre el resurgir de una familia tras la muerte de un ser amado, por el contrario ese es el puntal para que se desate una tormenta incomprensible en un núcleo ahora formado por solo dos personas a las que se le agrega un ser misterioso. Habla del paso de la inocencia a algo más oscuro, tétrico quizás. 
"Stoker" es espeluznante porque provoca interrogantes y cuestiones diversas sobre sus personajes, llegando al punto de acabar en el horror y presenciar actos de violencia provocados por la demencia. No se nos cuenta algo novedoso pero Chan-Wook posee una visión extraordinaria del mundo, de un universo sesgado por lo mórbido y lo violento y aquí su talento se pone en evidencia una vez más. Pocas veces lo terrorífico fue retratado con tanto arte como en "Stoker", pero a veces eso no es suficiente y aunque el film posee escenas hermosas realizadas como si de orfebrería se tratase falla en el ritmo y sucumbe a un montaje fatigoso y algo exagerado.

Es interesante notar que la película llegados a un punto se basa de ahí en adelante en la relación de conectividad y afecto que se empieza a crear entre Charlie e India, en ambos se forja una especie de alianza que ellos no son posibles de comprender, pero que es entendido hacia el final cuando muchos secretos son descubiertos, y es entonces cuando muchos detalles (como el hecho de la cacería) toman sentido.
El problema del film lo encontramos en su guión, al que le falta solidez y además peca de obviedades recurriendo a flashback innecesarios cuando muchas cosas se intuyen por sí solas. Descuidó además el personaje de Evelyn Stoker (Nicole Kidman), la madre de India lo cual constituye un desacierto ya que en el film se le brinda una vital importancia y aunque Kidman logra salvar un personaje hundido del que difícilmente comprendemos su psicología, se nota que algo no encaja. Por el contrario se puede observar una creación más que justificada en los dos protagonistas principales de esta obra, refiriéndome a Charlie e India, en ellos sí se percibe un mayor trabajo de evolución. 



A fin de cuentas "Stoker" queda clavada como un puñal, como un obra artística de horror y erotismo dotada de una excelente puesta en escena y un reparto que cumple en sus roles. No tendrá la repercusión mundial ni será acogida por todos porque es un universo de difícil penetración, pero allí, mientras India toca suavemente alguna melodía en su piano, el film nos esperará gustoso para disfrutarlo.

jueves, 11 de julio de 2013

Nobody Knows (Nadie sabe), de Hirokazu Koreeda, 2004




Siempre he creído que el cine debe ser mucho más que un mero entretenimiento. Para mí, el cine es el portal que comunica emociones a distintos niveles, expresa ideas, refuta acciones, lanza críticas, es un espejo de la realidad, o bien de los deseos. Por eso cada vez que me encuentro con películas que buscan más allá de ofrecer un mero divertimento por unas cuantas horas, me detengo a observar las virtudes que en ella se encierran. Claro está que es fascinante descubrir un film capaz de entretener lo suficiente y entregar una excelente reflexión sea cual sea su tema; pero soy amante de ese cine que presenta la vida, su esencia, la cotidianidad de la misma, la sencillez que a veces desborda, o los difíciles y estremecedores hechos que también se producen. Sí, hoy en día existen creadores (directores o guionistas, o ambas cosas a la vez) capaces de ofrecer productos dignos de elogios porque transitan por la humanidad y entregan lo que contemplan de ella sin dar lugar a concesiones. Siempre me he considero un admirador de la reciente (o no tan reciente, vamos) frialdad europea. Austriacos, daneses, rumanos, directores del llamado Viejo Continente que nos han sacudido con historias sórdidas que retratan la dureza de la vida, y tocan temas de complicada disección pero el resultado casi siempre termina (al menos para mí) elogiable. En América Latina  nos encontramos con la ex-dupla Gutiérrez Iñárritu - Arriaga, que antes de su "divorcio por diferencia de intereses" nos brindó una trilogía magnífica sobre la muerte, la comunicación, la religión, el amor. Amores perros, 21 gramos y Babel nos ofrecían el lado de la vida más difícil de ver, más de una vez terminamos ahogados en la depresión porque la dureza de las historias eran transmitidas con mucho arte y mucho realismo. Pero Asia, ese continente de contrastes, también ha contado con grandes nombres tras las cámaras capaces de transmitir la sencillez y dureza de la vida misma. Uno de los contemporáneos es el propio Lee Chang-Dong (Poesía) y otro el que nos respeta en el post de hoy, Hirokazu Koreeda (Kiseki) que hace ya 9 años ofreció una de sus mejores obras, "Nobody Knows".


El film nos cuenta cómo una madre abandona a sus cuatro hijos (hijos de distintos padres) y encarga al mayor de ellos el cuidado de sus hermanos hasta que regrese. Deja un poco de dinero y luego se marcha. Los niños deberán enfrentarse a la vida dura que les tocará afrontar en su desamparo.
"Nobody Knows" desde el inicio anuncia que es un film basado en hechos reales pero sus personajes son ficticios. Desde ese instante muchos quizás puedan echarse para atrás, pero resulta que Koreeda sabe transmitir historias verídicas sin rozar lo absurdo o lo irritante de un asunto tan escabroso como el que esta cinta plantea. Lo cierto es que, "Nobody Knows" es un extraordinario relato sobre el desamparo y la soledad paternal, una película llena de poesía en su metraje y que presenta a su vez una difícil realidad en las sociedades contemporáneas. El film habla sobre la irresponsabilidad parental desde muchos aspectos: una madre que vive más para su novio que para su propia sangre y que para conservar el cuarto del edificio que rentan dos de los niños tienen que ingresar escondidos en las maletas de su madre; a eso se le suma el hecho que ninguno de los niños estudia en la escuela o colegio. Koreeda estudia a los personajes con una sutileza increíble: el mayor, Akira (interpretado magistralmente por Yûya Yagira) tiene el sueño de jugar béisbol pero eso se ve truncado por el temprano llamado a hacerse cargo de sus hermanos. Kioko por su parte (una de las hermanas) observa cómo pasa el tiempo y ve terminadas sus esperanzas de aprender a tocar el piano. Son niños a quienes se les arrebata la oportunidad de ser niños, de ir a la escuela, de disfrutar  de la vida, de hacer travesuras sin importar qué o quién  esté mirando. Deben permanecer en el anonimato, en las tinieblas, no existen para la sociedad, se les quita la identidad. Pero Koreeda no abusa del tratamiento ni cae en explicaciones sosas o melodramáticas, por el contrario todo fluye con un temple equilibrado y un ritmo, eso sí, muy pausado, lento pero elegante. Los niños no entienden qué está sucediendo porque viven de esperanzas, de sueños e ilusiones, que un día su madre regresará; no sufren porque tratan de aferrarse a esa magia que solo en la infancia es posible construir. Akira, quien ya no es niño, sino un adolescente ve forjada en él una constante evolución. Obligado a ser jefe de su hogar y vigilar por las cuentas, los gastos, las compras, etc., se cansa en determinado momento de ser un sirviente más y tratará de disfrutar su adolescencia como siempre lo quiso. Eso conducirá a problemas y poco a poco la relación con sus hermanos pasará a un segundo plano hasta que la vida nuevamente se encargue de hacerlo entrar en razón.



"Nobody Knows" duele por su realismo y por la franqueza de sus hechos. Nada suena a impostado, todo fluye con una naturalidad pasmosa. Hay empatía sí, con los personajes, por su entrega y el compromiso que los pequeños intérpretes ofrecen; ellos crean su propio mundo, su propia vida sin la guía o dirección de los padres, crean sus reglas, se ajustan a sus realidades, tratan de sobrevivir cómo pueden. Aun cuando se presentan los momentos difíciles siguen unidos y con esperanza, una sonrisa siempre está en el rostro de ellos (contrasta con las sensaciones que la audiencia experimentará al presenciar cómo poco a poco los suministros empiezan a escasear). Koreeda ofrece un bocado cinematográfico de altura que salpica el panorama actual (aun hoy es referencia) y expresa con efervescencia su crítica, sencilla pero con alma.

Acompañada de una melodía necesaria en momentos claves que aúnan y refuerzan el concepto de "poético" (siempre le doy una importancia vital a la música o a la no música en un film), "Nobody Knows" brilla por su idea, su planteamiento y el resultado final, comprometido siempre con la realidad, ajustado a hechos, quizás sin presentar a culpables en un 100%, pero que el público intuye y es quien dictamina la última palabra.
Un film precioso que hoy en día vale mucho.
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