martes, 24 de julio de 2012

Crítica de Michael (Markus Schleinzer)



Nota: 7/10

Sinopsis: Ópera prima del actor austriaco Markus Schleinzer (también habitual director de casting de Michael Haneke y Ulrich Seidl). Describe la vida cotidiana de Michael, un oficinista de 35 años, que tiene secuestrado a un niño de diez años en el sótano de su casa. 

Michael es una película que podríamos definir como hecha para corazones fuertes. Ya de entrada desde su sinopsis muchos podrían echarse para atrás y evitar el visionado de la película; pero a veces considero que habrá que ser un poco más fuerte y observar esos temas que son complicados de llevar a la gran pantalla y que terminen gustando sin llegar al manipuleo.

Su tema no es de lo más sencillo, ni mucho menos retratarlo y contarlo con pericia, pero Marcus Schleinzer realiza un trabajo admirable en cierto sentido condensando el tema del film con una sobria y exquisita dirección, realzada por un reparto excelso y un guión correcto. Michael es un retrato oscuro, sórdido, angustiante y frío sobre la pedofilia y la representación de un personaje sin escrúpulos. La mano del director se mantiene firme en presentarnos los hechos de manera cruda, sin muchos desvaríos, siguiendo una secuencia establecida y respetando el impoluto guión (poco se le puede reprochar). Pero más que nada, es esa sensación desesperante de estar presenciando una historia cruda, real y a la vez repugnante lo que hace que nos detengamos a pensar en los méritos del film por haber logrado atrapar la atención del espectador.



Michael no es una crítica social porque no pretende filosofar y reflexionar sobre un problema serio en la sociedad contemporánea, se limita a presentar una historia como cualquier otra y que el espectador también se limite a contemplar los hechos y que sea éste quien exponga sus propias conclusiones; y quizá este sea su mayor virtud y a la vez su mayor falla, personalmente hablando. Quizá del film hubiese extrañado una búsqueda incesante de respuestas a lo que el director nos plantea y no solo una muestra (eso sí, exquisita) del horror que padece un niño secuestrado por un ser despiadado. Al film tal vez le falta un mensaje más profundo y potente para acicalar las imágenes y generar un debate dinámico y constante. El film es preciso en transmitir las sensaciones y emociones de los personajes, pero falla en la introspección de su historia… pero pese a ello no se le puede achacar nada más.

Michael además de ser un retrato bastante desconsolador sobre uno de las aberraciones más grandes de nuestro mundo, es un ensayo exquisito de los portavoces de dicho mal. El film nos presenta a Michael, un hombre normal, con un estupendo trabajo, una elegante y sofisticada casa y una economía estable, que podría ser nuestro vecino; pero que mantiene muy bien guardado su secreto. Nadie lo conoce y nadie pensaría algo malo de él. ¿Acaso no es éste el actuar de los grandes psicópatas o sociópatas? ¿No es la soledad quizá su mas grande aliada para cometer los crímenes o fechoría de cualquier tipo? El director comprende el mapa motor o modos operandis de este tipo de personas y lo presenta tal cual. De Michael sentimos su soledad, nos empapamos de su inseguridad pero a la vez de su valentía y coraje ****(recordar la escena de cuando saca al chico a pasear)***, y en medio de toda esa gama de hechos y particularidades de su personaje, nos hacemos la pregunta… ¿en qué mundo vivimos?... y nosotros mismos nos respondemos: en aquel lugar perverso tal cual Dogville, lleno de secretos y perversidades, de mal en peor.



Michael tiene grandes actuaciones, empezando por la labor de su actor principal, interpretado de manera extraordinaria por Michael Fuith y secundado por un increíble David Rauchenberger en el papel del niño. Su fotografía es precisa y digna de elogios.

El film gustará a aquellos que les fascine explorar el cine europeo, frío y sin censuras y que opten por los temas difíciles de abordar. El film cumple lo que propone, les resultará “fuerte” a algunos y a otros no tanto, pero son los riesgos que muchas veces se asumen al ser un cinéfilo consumista. Recomendada.

viernes, 13 de julio de 2012

Canciones de película: Al otro lado del rio.

Hermosa canción ganadora del Oscar a la mejor canción original en el 2005, que acompaña a la banda sonora de Diarios de Motocicleta.
La letra y música fue compuesta por el compositor uruguayo Jorge Drexler, y la instrumentación es sencillamente perfecta y acorde al desarrollo de las imágenes.
Os dejo con la letra mientras nos deleitamos escuchando sus acordes en el siguiente video.


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