miércoles, 14 de agosto de 2013

Crítica de "Mud"



9/10

Dos chicos de Mississippi en la flor de la adolescencia conocen en un día cualquiera a un extraño vagabundo, llamado Mud, quien se ha estado escondiendo en una de las guaridas de los pequeños jóvenes ubicada en una isla poco conocida; él les pide ayuda para escapar y ellos se la brindan. Así empieza una historia que marcará el fin de una etapa en sus vidas.

Terminando de ver esta película se me ha dibujado una sonrisa en el rostro. Quizás por todo el cúmulo de sensaciones y sentimientos que consigue plasmar la cinta en sus dos horas de duración (que en lo particular se me fueron volando), o a lo mejor porque es de esas películas con las que uno puede llegar a identificarse, especialmente cuando acabas de cruzar la barrera de la adolescencia y te preparas a empezar una nueva etapa en la vida. Sí, a lo mejor es eso. Pero indiferente al motivo, lo cierto es que "Mud" cumple todos los requisitos para ser uno de esos potentes, hermosos y crudos dramas que tanto me fascinan.


"Mud" es un relato hermoso y sublime sobre esos sentimientos que florecen en la adolescencia, esta vez contrastados con una turbulenta trama. La película revitaliza la importancia de saber contar una historia. Jeff Nichols (Take Shelter) utiliza todos los recursos disponibles para hacerlo, plagando el film de hermosas imágenes, ayudado, claro está de su colaborador habitual de fotografía, Adam Stone, en el que por medio del ambiente natural en el que el film se desarrolla impregna una fotografía majestuosa; pero además nos cuenta la historia con un ritmo preciso, capaz de provocar e inyectar adrenalina en los momentos claves, o emocionar en otros intervalos. El film profundiza desde una óptica novel temas sobre la familia, la amistad y el amor. Guiados por Ellis (magnífico Tye Sheridan), nos sumergimos a esta historia que se vuelve negra mientras los minutos transcurren, y aunque nos adelantamos a los hechos en ciertas ocasiones la manera de que se muestran da crédito de un esfuerzo interesante y elogiable tras cámara. Nunca aburre y su clímax es espectacular.

En "Mud"  nada suena a impostado, todo huele a real, se percibe con efervescencia el ambiente pantanoso de una isla en decadencia y la ruralidad de los que aun habitan allí. Es un cuento mágico y cruel a la vez. Una historia sobre personajes golpeados por la vida, sumergidos en situaciones emergentes. La capacidad para presentar cómo se desata toda la tormenta es magnífica. El personaje que interpreta McConaughey es ese puente en el que dos pequeños conectarán con el fin de sus infancias. Ellis es quizás aun más principal que el propio Mud, pero el simbolismo que reporta el personaje interpretado por McConaughey en esta historia le brinda la potencia necesaria para confirmar el título de la cinta. Es un viaje a lo desconocido, una aventura peligrosa del que los dos chicos están conscientes pero aun así se lanzan. "Mud" es fantástica porque combina a la perfección la mirada inocente de dos precoces vidas con la dureza y frialdad que el mundo ejerce. Y aun esas dos precoces vidas tienen ideas contrapuestas que afirman la amistad tan cercana que profesan paradógicamente: mientras Ellis aun profesa creer en el amor genuino, intachable, poseedor de ideas románticas pese a asistir a la destrucción del matrimonio de sus padres, Neckbone (un muy notable Jacob Lofland) no aspira más que vivir tal como su tío, depender de la suerte de su destino y tocar a cualquier chica que se preste para sus intenciones. Dos mundos diferentes, mientras Neckbone se muestra reacio ante la aventura que emprenden junto a Ellis, éste último deposita toda su confianza en ese ser extraño llamado Mud, que le asegura hacer todo lo que hace por amor. Y es ese el motor de toda la película: el amor. Mud, un pobre diablo enamorado, Juniper (Whiterspoon) una muchacha maltratada por la vida, condenados a un amor imposible en el que el destino quizás nunca jugó de su lado. Y el amor es lo que mueve las acciones de Ellis, comprobando incluso su primer enamoramiento y romance. Empatizamos con él sobre cualquier otro personaje, sufrimos como él sufre, creemos en lo que cree; nos hacemos parte de su vida por un instante sin importar que mientras el globo sigue inflándose, llegará pronto a explotar. La recreación de esta aventura al mejor estilo de Mark Twain (la comparación salta a la palestra inmediatamente) es fascinante, en el que se incluye además de todo asesinatos, celos y venganza.



Mattew McConaughey reitera una vez que posee una capacidad interpretativa que antes no habría sido posible descubrir. Aquí está soberbio, capaz de proyectar un personaje atosigado por la vida, frenético, humano, rebelde y enamorado. Junto a él un reparto magnífico, desde los prodigiosos jóvenes hasta la misma Whiterspoon. Nichols vuelve a confirmarse como un gran director de actores, logrando que todos los roles sean interpretados con la confianza necesaria para proyectarla en escena. La banda sonora a cargo de David Wingo es perfecta y se acompaña con hermosas canciones countries haciendo aún más placentero el visionado.

En definitiva un drama maravilloso, conmovedor, con un guion magnífico y una historia que provoca mil emociones. Un logro que Nichols vuelve a repetir tras la excelente "Take Shelter", pero que aquí, en lo muy personal, encanta aun más. De lo mejor del año.

domingo, 4 de agosto de 2013

Crítica de "Only God Forgives" (Solo Dios perdona)




5.5/10

Polémica, y mucha, ha generado la última película del danés Nicholas Winding Refn: "Only God Forgives". Abucheada en Cannes, despreciada por un sector de la crítica, mientras que endiosada por otros, el film ha sido de esas propuestas catalogadas como "la odias o la amas". Me cuesta mucho ubicarme en un polo, porque si bien hay cosas que me han parecido insufribles, hay otros elementos que han parecido soberbios y al realizar una clasificación simplemente me quedo a medias.

La historia de desarrolla en Bangkok. Allí Julian, un fugitivo de la justicia estadounidense, dirige un club de boxeo tailandés que actúa como tapadera para su tráfico de estupefacientes. Su madre, jefe de una amplia organización criminal, desembarca procedente de Estados Unidos para repatriar el cuerpo de su hijo favorito, Billy: el hermano de Julian ha sido asesinado tras haber masacrado salvajemente a una joven prostituta. Llena de odio y venganza, exige a Julian la cabeza de los asesinos. Julian deberán entonces enfrentarse a Chang, un extraño policía jubilado, adulado por los demás policías.

Desde tiempos mitológicos la venganza siempre ha sido una de esas historias tan atractivas y mórbidas para el ser humano. Conocer el final de un grupo de seres que hicieron daño a otras personas siempre provoca atracción ya que por naturaleza somos seres curiosos. En "Only God Forgives" el tema principal es la venganza. Otros dirían que es la violencia, lo cual es aceptable, pero la violencia es simplemente el acompañamiento perfecto de lo cual lo vengativo se enorgullece. La película es un suculento plato hipnótico sobre la dignidad y la redención, la expiación de las culpas e incluso una lucha exhaustiva por el honor. Mediante la utilización de una puesta en escena maravillosa, Refn nos transporta a una historia oscura, lúgubre, siniestra, que habita entre las sombras de lo prohibido y postula un llamado de atención a los tiempos recurrentes, donde a modo de equilibrio, aparecen justicieros con la misión de resarcir lo que el mismo hombre ha creado.


Los personajes de la película son seres sin escrúpulos, pecaminosos, carente de cualquier valor, mas muy arraigados a lo que la familia se refiere. En el inicio, Billy, incitado por motivos extraños expresa su deseo de fornicar con una adolescente. Su deseo no es cumplido y sufre las consecuencias de un acto vandálico. Luego, en la habitación de un motel, asesina de manera despiadada a otra joven. El ciclo no se cierra y Billy es asesinado por el padre de la joven, de manera brutal y salvaje como él lo hizo. Este es el preámbulo para una odisea de crímenes que se desatarán a partir de entonces. Gosling interpreta a Julián, otro ser extraño, un ser al que difícilmente pueda uno penetrar y entender su psicología. Él no lo permite, y ni incluso al final llegamos a comprender con exactitud mucho de sus movimientos, actitudes o ideas. Atormentado por una personalidad de complicada envergadura, en la que incluso su madre expresa deseos caducos para moldear, Julián será el encargado de llevar a cuestas una película destinada a la tragedia desde el primer minuto. La madre de Julián (interpretada por una excelente Kristin Scott Thomas) manifiesta una autoridad manipuladora sobre sus séquitos, y guiará hasta la máxime sus esfuerzos por honrar la memoria de su hijo asesinado. Y es este, uno de los principales planteamientos que el film sostiene: el honor familiar. Pero ¿se esconde acaso algo más siniestro y perturbador sobre esa máscara? Posiblemente. El film juguetea con la idea del incesto en más de una ocasión, revoloteando por medio de imágenes y unos que otros diálogos contundentes que exaltan la imaginación... Huele a tragedia griega ¿no? Quizás Winding Refn ha querido homenajear al género, pero dándole su toque personal, ese sello que lo caracteriza y por lo cual es tan amado u odiado. Pero lo ha querido combinar con otros géneros, tal cual es la historia samurái. Muchas referencias me hacen pensar en ello, y el personaje interpretado por Vithaya Pansringarm cumple la labor de ser esa especie de antihéroe logrando estar un paso adelante de todos, misterioso y sin escrúpulos, como el verdugo autoimpuesto, tratando de hacer justicia a su modo. En fin, que utilizando potentes imágenes y una puesta en escena más que elogiable, Winding Refn nos trata de ofrecer un manjar interesante, y que, en otros casos, a través de otra forma, me hubiera resultado dulce, pero lamentablemente hay algo que no me cuadra en todo el enrollo. 



El exceso de planos artísticos, cargados de una pretenciosidad delirante hacen que el objetivo principal de "Only God Forgives" sea desvirtuado y no llegue con la potencia necesaria, y en los peores casos, el mensaje no pueda captarse de manera justa. Hay una redundancia de escenas y el tono de previsibilidad se hace eco, también, transcurrida la primera media hora. Pese a que no aburre, hay la sensación de que todo se alarga en exceso; un cortometraje hubiese sido, a lo mejor, mucho más disfrutado. A la final existe la sensación de que fue un buen intento quedado a medias, luchando entre la poesía que ofrecen las imágenes, (muy bien cuidadas, por cierto) y una historia redonda que no consigue plasmarse con la exactitud necesaria.
La violencia es la excusa perfecta para una historia que en otros casos hubiera brillado, no es gratuita, a diferencia de otros directores que la utilizan como mero espectáculo visual. Mientras en "Drive", asistíamos a la que quizás sea su mejor película, muy alejado de sus antecesoras cintas, este supone el regreso a "su cine", y desafortunadamente hubiera preferido una evolución de lo anterior. Lo cierto es que, mientras más hablo de ella, y nado entre los recursos ofrecidos y la manera de presentarlos, nace una inquietante curiosidad por revisionarla. La polémica está servida.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...