lunes, 25 de marzo de 2013

Crítica de Killer Joe


  Nota 8/10

Rara vez podemos calificar a una película como la "WTF" del año... Para cumplir esos requisitos hay que considerar muchos aspectos, entre otros una premisa bastante atrevida, arriesgada, desaliñada y un desarrollo no convencional, atrapante, punzante y lleno de buenos bocados de excelsa cinematografía. Podríamos decir que el 2012 nos regaló una de esas joyas que han pasado desapercibidas por muchas partes pero que merece el título que ofrezco, que denota sorpresa y a la vez admiración.

La historia se centra en que un padre y su hijo planean acabar con la vida de su madre para quedarse con el dinero de su seguro de vida. Para ello, contratan los servicios de 'Killer Joe' Cooper (McConaughey), policía y asesino a sueldo.


"Killer Joe" es un thriller, pero no es un thriller cualquiera; es una película sórdida, mordaz, violenta, chispeante, carente de algún denominador común y guiado más por el vaivén de emociones que produce su metraje; con grandes dosis de humor negro y un ritmo preciso viste de esplendor una historia sesgada por la codicia, y la carencia de valores morales en una turbulenta familia de Texas.
Una película que respira miseria a borbotones, sobre seres despiadados dispuestos a todos por obtener lo que quieren. La película fascina porque nunca pierde su brújula y por el contrario, se mantiene fulgurante hasta un climax demoledor que deja sin aliento al espectador. Muchos la considerarán como un mero divertimento sobre el crimen y las consecuencias del mismo dentro de una familia particular; otros como una ridícula copia Tarantinesca y otros (en los que me incluyo yo) como una película retorcida, sólida, cínica y con potentes imágenes.

Un ambiente perturbador y malsano recorre esta historia dirigida por William Friedkin, aquel director de "French Conecction", cinta por la que ganó el Oscar a mejor director; o "El Exhorcista", aclamada película del género de terror. Friedkin denota una madurez exquisita en la puesta en escena, y con una pasión acentuada. Las tomas sin ningún tipo de censura expresan desde el primer minuto el universo central de la película (la escena en la que el personaje de Gina Gershon aparece enseñando su vulva ante la cámara nos introduce al hecho) y nos invitan a presenciar la evolución de los personajes en ese pequeño pero interesante e inusitado recorrido, dominado por la familia, el crimen y el destino. Y es que son los personajes los que consiguen plasmar con pudor las ideas y pensamientos de un exquisito guión, para ello cuenta con actores de gran calibre que se introducen de lleno a tal cometido.


Una de las películas más retorcidas del año requiere de personajes retorcidos que sean asumidos con entereza y satisfacción, en “Killer Joe” McConaughey deslumbra y sorprende entregando un personaje frío, calculador, absorbente y que empapa la pantalla de temor. Su sola presencia en el film asumiendo el rol le da una capacidad de magnetismo interesante (ya nos había dado atisbos de su calidad interpretativa en la también reciente "Magic Mike". Junto a él un elenco brillante empezando por una magnífica Juno Temple en un personaje ambiguo, que expresa ternura y esconde furia, lastimada e ingenua; una de las claves principales del film. El padre de familia, interpretado por otro espléndido Thomas Haden Church participa activamente en el desarrollo del film y es el único del que podríamos palpar algo de lástima al final de la película. Gina Gershon, desconocida para este servidor, impresiona en un complejo y difícil personaje asumido con entereza y partícipe de una de las escenas más grotescas y brillantes del film; y finalmente Emile Hirsch, a quien podriamos acusar como el detonante de todo el "rollo" del film, en un personaje que despierta lástima y risas a la vez (aunque quizás es el que menos cumple, sorprendentemente, en el elenco). La película no sale del ambiente familiar que desprende desde un inicio y así se mantiene hasta el último segundo. Con un perfecto dominio del drama y el humor negro, Friedkin entrega una hilarente historia de perdedores, sofisticada disección de la avaricia, y un ejercicio de clasicismo moderno.

Aunque hay momentos en los que se pone ligeramente pesada (especialmente en el inicio), el resultado es óptimo, concreto y, una vez más, fascinante. El montaje puede criticarse (a veces lento, a veces precipitado), pero en parte es por el frenesí que despierta la historia.


No me extraña que no haya tenido repercusión en premios o asociaciones de críticos, porque es una cinta incatalogable y dura, pero cinéfilos y público en general encontrarán en ella una propuesta atrevida y brillante que podrán amar.

Recomendada.

viernes, 15 de marzo de 2013

Ganadores: Splendor Awards 2013

Tras un análisis amplio aquí os traigo los ganadores de la tercera edición de los Splendor Awards 2013.

¡Disfrutad! ;)


















































































































MENCIÓN ESPECIAL








MEJOR PELÍCULA








Palmarés:
The Master 4 premios
Amour 2 
Beyond the hills 2 
Les Misérables 2 
Tabú 1 
Silver Linings Playbook 1 
Argo 1
Killer Joe 1 
Chronicle 1
Beasts of the southern wild 1
Django Unchained 1
It's such a beautiful day 1
Searching for sugar man 1

miércoles, 6 de marzo de 2013

Minicríticas: Le Tableau y It's such a beautiful day.

Le Tableau (El Cuadro)



 8/10

Le tableau es una cinta animada y es a su vez una fuerte y hermosa crítica social. Habla entre otras cosas sobre la discriminación en las clases sociales, la fuerte lucha que han mantenido los "poderosos" frente a los "débiles" en la historia y que se reproduce en la vida de un simple cuadro.
El film consiste en las desventuras que viven varios de los personajes de una pintura, y cuando éstos se "salen" del mismo para buscar a su creador.
Empieza recordando o rindiendo homenaje a aquella obra Shakesperiana tan famosa "Romeo y Julieta" pues se plantea una interesante propuesta romántica que se ve obstaculizada por las clases sociales, hasta terminar en una aventura emocionante, que entre otras cosas rescata el hecho de encontrarse a uno mismo (la identidad) y aprender a aceptarse como tal para darle sentido a su existencia -todos somos diferentes y cumplimos distintos roles en la vida, al final lo que cuenta es aprender a vivir en comunidad-.
Cierto halo "místico" o espiritual recorre la película; las acciones de los personajes están marcadas por la insatisfacción de no sentirse realizados completamente por "su creador". ¿Acaso no escuchamos constantemente quejas hacia Dios por la marginación, injusticias y demás hechos bochornosos acaecidos en el mundo? El cuadro es la representación misma del mundo actual dibujada a trazos.


La película cuenta con muchos ingredientes para ser amada y para que la disfrutemos: cada personaje tiene su peculiaridad y es de fácil conexión con el espectador; las acciones están plasmadas con mucha poesía y encanto, acompañados de un guión con frases sumamente acertadas para el objetivo del film y una banda sonora exquisita. 
Le Tableau no es una cinta para niños, pero los "mayorcitos" saldremos satisfechos.
Repleta de simbolismos y con un final que puede parecer algo desentonado pero a la vez sorprende y gusta, el film se ubica entre lo mejor que he podido disfrutar en el rubro animado el año anterior.


It's such a beautiful day (Hace un espléndido día).



9/10

Y si ya decía que Le Tableau era una hermosa película con una punzante y poética crítica social, esta película de Don Hertzfeldt es una muestra fascinante y espectacular del buen oficio de la animación. Es más, quizás hasta muchos omitirían la palabra animación para darle otro calificativo como "experimento visual o sensorial", y no quedarían lejos de lo que realmente presenta la película.
La película nos cuenta la historia de Bill, una persona como cualquier otra, que de un momento a otro empieza a padecer una rara enfermedad.
Con tan solo 62 minutos el director nos sumerge en una experiencia raramente vista; es emocionante, surrealista, onírica, perturbadora, estremecedora, conmovedora, visionaria, divertida, enérgica, poética, hermosa, nostálgica, dramática, caótica y al final... esperanzadora. "It's such a beautiful day" es el retrato de un ser cualquiera (quizás hasta nos podamos sentir identificados) que está enfermo, es una enfermedad rara e imposible de diagnosticar. Angustia el hecho de conocer a este extraño ser y no determinar las causas exactas de sus "idas y venidas" mentales. ¿Acaso no es un retrato contemporáneo del hombre del siglo XXI? ¿No es un Bill uno de nosotros? Bill se hace pregunta tras pregunta en gran parte del metraje, preguntas existenciales que quizás muchos de nosotros nos las hemos hecho en más de una ocasión.
Hertzfeldt intenta presentar al hombre que la sociedad ha creado a lo largo de la historia, lleno de temores e inseguridades, perturbado por las guerras y con severos transtornos, que al final lo dejan desprotegido como un niño sin guarnición. Bill es el retrato de una entera sociedad.
Y algo que es de aplausos en este largometraje, es que una vez más un director deja a un lado las eras digitales y los efectos especiales de gran envergadura para darnos a probar de un manjar delicioso llamado argumento. Sí, Bill es un "muñequito" que cualquier niño de kinder podría dibujar. No hay mayores expresiones en su rostro, es el narrador el encargado de enterrarnos en esta impresionante historia con acciones alucinantes y preciosas a la vez.


"It's such a beautiful day", es pese a toda la angustia que padece el protagonista, reconfortante al final de todo. Una delicia, un espectáculo visual de renombre. Enamora desde el minuto uno, y aunque nuevamente no es para todos los públicos, los que estén dispuestos a disfrutar de una experiencia onírica, surrealista y a la vez hermosa y reconfortante, no la perdáis de vista. 
Para mí, la mejor cinta animada del año pasado, con diferencia.
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