Nota 8/10
Rara vez podemos calificar a una película como la "WTF" del año... Para cumplir esos requisitos hay que considerar muchos aspectos, entre otros una premisa bastante atrevida, arriesgada, desaliñada y un desarrollo no convencional, atrapante, punzante y lleno de buenos bocados de excelsa cinematografía. Podríamos decir que el 2012 nos regaló una de esas joyas que han pasado desapercibidas por muchas partes pero que merece el título que ofrezco, que denota sorpresa y a la vez admiración.
La historia se centra en que un padre y su hijo planean acabar con la vida de su madre para quedarse con el dinero de su seguro de vida. Para ello, contratan los servicios de 'Killer Joe' Cooper (McConaughey), policía y asesino a sueldo.
"Killer Joe" es un thriller, pero no es un thriller cualquiera; es una película sórdida, mordaz, violenta, chispeante, carente de algún denominador común y guiado más por el vaivén de emociones que produce su metraje; con grandes dosis de humor negro y un ritmo preciso viste de esplendor una historia sesgada por la codicia, y la carencia de valores morales en una turbulenta familia de Texas.
Una película que respira miseria a borbotones, sobre seres despiadados dispuestos a todos por obtener lo que quieren. La película fascina porque nunca pierde su brújula y por el contrario, se mantiene fulgurante hasta un climax demoledor que deja sin aliento al espectador. Muchos la considerarán como un mero divertimento sobre el crimen y las consecuencias del mismo dentro de una familia particular; otros como una ridícula copia Tarantinesca y otros (en los que me incluyo yo) como una película retorcida, sólida, cínica y con potentes imágenes.
Un ambiente perturbador y malsano recorre esta historia dirigida por William Friedkin, aquel director de "French Conecction", cinta por la que ganó el Oscar a mejor director; o "El Exhorcista", aclamada película del género de terror. Friedkin denota una madurez exquisita en la puesta en escena, y con una pasión acentuada. Las tomas sin ningún tipo de censura expresan desde el primer minuto el universo central de la película (la escena en la que el personaje de Gina Gershon aparece enseñando su vulva ante la cámara nos introduce al hecho) y nos invitan a presenciar la evolución de los personajes en ese pequeño pero interesante e inusitado recorrido, dominado por la familia, el crimen y el destino. Y es que son los personajes los que consiguen plasmar con pudor las ideas y pensamientos de un exquisito guión, para ello cuenta con actores de gran calibre que se introducen de lleno a tal cometido.
Una de las películas más retorcidas del año requiere de personajes retorcidos que sean asumidos con entereza y satisfacción, en “Killer Joe” McConaughey deslumbra y sorprende entregando un personaje frío, calculador, absorbente y que empapa la pantalla de temor. Su sola presencia en el film asumiendo el rol le da una capacidad de magnetismo interesante (ya nos había dado atisbos de su calidad interpretativa en la también reciente "Magic Mike". Junto a él un elenco brillante empezando por una magnífica Juno Temple en un personaje ambiguo, que expresa ternura y esconde furia, lastimada e ingenua; una de las claves principales del film. El padre de familia, interpretado por otro espléndido Thomas Haden Church participa activamente en el desarrollo del film y es el único del que podríamos palpar algo de lástima al final de la película. Gina Gershon, desconocida para este servidor, impresiona en un complejo y difícil personaje asumido con entereza y partícipe de una de las escenas más grotescas y brillantes del film; y finalmente Emile Hirsch, a quien podriamos acusar como el detonante de todo el "rollo" del film, en un personaje que despierta lástima y risas a la vez (aunque quizás es el que menos cumple, sorprendentemente, en el elenco).
La película no sale del ambiente familiar que desprende desde un inicio y así se mantiene hasta el último segundo. Con un perfecto dominio del drama y el humor negro, Friedkin entrega una hilarente historia de perdedores, sofisticada disección de la avaricia, y un ejercicio de clasicismo moderno.
Aunque hay momentos en los que se pone ligeramente pesada (especialmente en el inicio), el resultado es óptimo, concreto y, una vez más, fascinante. El montaje puede criticarse (a veces lento, a veces precipitado), pero en parte es por el frenesí que despierta la historia.
No me extraña que no haya tenido repercusión en premios o asociaciones de críticos, porque es una cinta incatalogable y dura, pero cinéfilos y público en general encontrarán en ella una propuesta atrevida y brillante que podrán amar.
Recomendada.