8/10
La primera vez que vi "Incendies" podría decirse que terminé muy emocionado ante la historia que el canadiense Dennis Villeneuve nos estaba contando. Una de esas historias tan increíbles que pueden ser la realidad de cualquiera, donde tan solo bastaba un poco de realismo a la ejecución, un prodigioso guión, y por supuesto, unas interpretaciones a la altura para desencadenar una ola de emociones. Desde ese instante le "pegué" un ojo a este director. Era la primera película que veía de él y la satisfacción era grande. En este 2013 ha estrenado ya dos largometrajes, uno de ellos es el thriller "Prisoners" protagonizado por Hugh Jackman y Jake Gyllenhaal.
La sinopsis del film nos presenta a Keller Dover, un hombre de familia que se enfrenta a la peor pesadilla de un padre. Anna, su hija de seis años, ha desaparecido con su amiga Joy y, a medida que pasa el tiempo, el pánico lo va dominando. Desesperado, decide ocuparse personalmente del asunto. Pero, ¿hasta dónde está dispuesto a llegar para averiguar el paradero de su hija?
"Prisioneros" bebe de los mejores thrillers; un film excepcional sobre un tema de complicada envergadura, que apoyado de un trabajo de dirección brillante desciende hasta los mismos infiernos de sus personajes con el propósito de entregar un bocado cinematográfico de altura. La película ahonda en la historia de un secuestro de dos niñas y la tortura psicológica que sigue a las dos familias tras el suceso. Tal como los mejores edificios, el film de Villeneuve se construye suavemente pero a la vez de manera poderosa. Un inicio lento que nos presenta a ambas familias en la celebración del día de acción de gracias; posterior a eso, lo inevitable. Luego resulta interesante conocer cómo se hilvana de manera efectiva la historia.
"Prisoners" es tensa y dinámica. Una película que pone en una dura encrucijada a dos familias que deberán cuestionarse los principios que poseen o proceder a cometer justicia por propia cuenta en medio de la desesperación.
Villeneuve es un director capaz de hacer trabajar a sus personajes en medio de fuertes contrastes para llegar a un punto. Y llegados a esta línea todo se solidifica. Las pistas que se van soltando no están desentonadas ni parecieran estar fuera de cualquier lectura; por el contrario la manera en la que están expuestas hacen que el espectador, tanto como los protagonistas se sientan atraídos y seducidos por lo que ocurre. El proceso de seducción e hipnotismo que procede del film es una de las características en estos trhillers de últimos años, hecha con mano firme y sin maniqueos. Porque pese a abordar un tema en el que la lágrima fácil podría haber caído ruinmente, el director lo evita y eso hace que el film gane en enteros. Es lenta, sí, pero no por cuestiones azarosas, sino porque se realiza una construcción cuidadadosa de todos los hechos.
El film habla del amor y la entrega familiar. ¿Qué es capaz de hacer uno cuando uno de tus hijos desaparece, y en el que crees conocer al culpable mientras la policía pareciera estar jugando contigo? Eso nos lo plantea el film de mano de Hugh Jackman, un padre desesperado que poco a poco se atormenta más y más para hallar pistas a lo que tanto desea. Leía que el actor tuvo que pasar horas en vela, y dormir muy poco para recrear su personaje y hacerlo sentir más verídico ¡Y vaya que lo logró! Su dolor e impotencia es palpable en cada minuto de la cinta, incluso en el final cuando su participación aun no acaba. El personaje de Hugh Jackman también nos da una interesante reflexión que cada uno sabría definirla a su manera: "¿Es correcto obrar por cuenta propia, aun cuando las autoridades te lo prohíban?". Aquí el director hace énfasis en la no tan confiabilidad del sistema, pero aun así, cuando una investigación se es guiada por un hombre con sed de justicia (Jake Gyllenhaal) se pueden conseguir grandes cosas.
"Prisioneros" es dura porque muestra los más perversos sentimientos humanos y confrontación de la maldad vs la Fé.
Aplausos aparte a la fotografía de Roger Deakins, quien consigue construir un ambiente cercano a lo sombrío y perverso, y además el montaje y la banda sonora del film cumplen perfectamente sus roles dentro del film otorgando la seriedad y solidez que estos thrillers merecen. El reparto es uno de los mejores del año, todos brillantes en sus roles, aunque insisto en que Jackman está portentoso junto a Gyllenhaal, ambos comandan un elenco de primera y elevan la historia a su sitio.
Maravilloso enfrentamiento de cuestiones morales, dotado de una atmósfera asfixiante que vuelve a confirmar a Villeneuve como un director brillante, capaz de poner en jaque los pensamientos más retorcidos del ser humano. ¡Imperdible!