Nota: 7/10
Vi la película hace un par de semanas, especialmente atraido por unas cuantas criticas previas y por la combinación de dos de las más grandes actrices de la actualidad: Bening y Watts. Y pues bien ¿el resultado final? Una película que muestra con parsimonia y estilo marcado la “complicada” o “diferente” tarea de ser madre bajo cuestiones estrictas de la vida que cada persona lleva. Rodrigo Garcia (hijo del escritor colombiano Gabriel Garcia Márquez), muestra un film receptivo, atractivo e interesante, el cual va de menos a más mientras los minutos transcurren y nos presenta una historia que tal vez a muchos puede parecer “chicheada” o “abusada”, pero que cumple casi a la perfección con su propósito en este caso.
Aunque el mensaje central con todo no es bien explícito, este se deduce abiertamente, y el final ahonda aun con mayor percepción en ese cometido. Mother and Child habla de la tarea de ser madre, de los miedos que esta decisión acarrea, de las ganas de tener o no, y de esa escuela de la vida en la que nunca se deja de aprender. El film habla sobre el amor de madre, los temores de la adolescencia y las responsabilidades de ser el guía, soporte y maestro de los hijos. Mother and Child habla de segundas oportunidades, las cuales con fortuna pueden lograrse a tiempo, y si no es así, la propia vida se ensaña en conseguirlo.
Ya hemos visto u oído de las relaciones familiares en un sinfín de películas, pero Mother and Child no se encamina a mostrarnos explícitamente eso, es una historia entre madres e hijos que logra transmitir un mensaje disfrazado sobre este tema y se lo expone de manera diferente.
La dirección está normal, mucho menor que ciertos diálogos, pero el punto fuerte de la película cae en las manos de las dos protagonistas principales: Anette Bening y Naomi Watts, quienes con su gran capacidad interpretativa no decepcionan en ningún aspecto, y junto con una desconocida pero brillante Kerry Washington forman un trío actoral de ensueño, y que vierte ritmo, dinamismo y esencia a la película. Bening, interpreta a una mujer que experimenta una transformación en la película; con un carácter difícil (debido a su marcada adolescencia) se vuelve más pasiva y asequible al hecho y a la idea de convertirse en más que madre, abuela. Naomi Watts encarna a la hija de Bening, quien fue adoptada luego que su madre no decidiera criarla; es una mujer de carácter fuerte, que no duda, sabe que es lo que quiere y lo consigue; un personaje complejo que también asume la responsabilidad de ser madre y se ve envuelta en la difícil incertidumbre y aceptación de ser progenitora de un ser; y Kerry Washington que interpreta a una mujer estéril pero con ansias de ser madre y criar a un hijo, la vuelve loca esa dicha, y es su personaje quien sirve de conexión para Bening y Watts por medio del hijo de esta ultima y a su vez el nieto de la primera, pese a que ellas no llegan a conocerse.
A mi me ha encantado esta película y concuerdo con todo lo que has dicho,
ResponderEliminarAdoro a Naomi Watts en esta película y en cualquiera que este ella , Bening realiza un papel grandioso, y Kerry Washington me sorprendió en este film.
Te invito a pasar por mi blog, tengo la reseña de Prometeo Deportado.
Saludos!!!
Es buena en verdad; la combinacion de las actuaciones es lo más sobresaliente del film, aunque debo decir que la direccion no me gustó mucho ni el guion; pero en fin para mi es un 6.
ResponderEliminarA mí me gustó más que a ustedes, al parecer. La anoto junto a lo mejor del 2010 (Benning repite). Acertada crítica, Daniel, aunque creo que faltó analizar la otra mitad de la moneda, aún quedó en el tintero la frustración y amargura de abandonar a un hijo (hija) que puede arruinarle la vida a tres generaciones, incluso a cuatro, y también la rabia de ser abandonada, de sentirse inferior, porque no en vano Watts era tan independiente, tan fría y calculadora, con ese caracter de militar, porque vivió su vida demostrándose a sí misma y a los demás de que era digna de ser una hija, y que no era un ser inferior.
ResponderEliminarLas actuaciones me encantaron, las tres magníficas.
Un 7.
Stenbocken: gracias por comentar; y sí, tienes razón la profundidad en la caracterización de la frustración que mencionas se lo debemos a Bening, quien ahonda con exactitud en el problema, y lo destaca con proeza, por eso aparece esa "redención al final" al conocer a su nieta, y saber que pese a todo aun puede volver a ser "madre", y sentir aquella dicha.
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