Basándonos en los hechos que describe la Biblia, hay un episodio voraz que narra el Génesis en donde se construyó una torre de gran altura y cuyo rey quería llegar hasta donde Dios estaba; pero Dios sabiendo las intenciones de ese rey no lo permitió y confundió las lenguas de todos quienes trabajaban en la construcción de la torre para que no se entendieran y así no continúen trabajando. Esa torre desde entonces se llamó Babel, y aquel nombre también ha sido el título de una de las películas más revitalizadoras en los últimos años, dirigida por el espléndido Alejandro González Inárritu y actuada por un elenco envidiable.
La película nos cuenta la vida de varias personas en diferentes lugares, pero que por algo en particular están todos conectados. Babel es una cinta que nos muestra el lado más globalizado de nuestro planeta en pleno siglo XXI, examina los problemas sociales presentes en nuestra sociedad y entorno (sobre todo la discriminación en cualquier ámbito), logra irradiar con brillantez en un drama salpicado de dolor, angustia, pesadez, temor y preocupación. Babel nos muestra la vida desde diferentes ángulos: cómo es huir o esconderse de las consecuencias de nuestros actos, cómo es enfrentar las situaciones más adversas que llegan inesperadamente, cómo es luchar contra la soledad y la incomprensión de nuestros seres más cercanos… Es una película que habla sobre los sentimientos y las emociones, explora con denuedo esas facetas de nuestro entorno. Cada vida es una historia diferente, pero hay ese algo que lo une a la otra sin tener en claro qué es.
La construcción de las historias y mejor dicho de los personajes son simplemente excepcionales. Los adolescentes marroquíes cuyas vidas se convierte en una mortal intriga luego de jugar con sus armas; los esposos americanos que luchan por salvar su matrimonio alejados del entorno que los rodea y que sufren una desgracia impensable; la joven japonesa muda y sola que ya está harta de la antipatía con la que otros la ven y busca experimentar nuevas cosas; y la nana mexicana, inmigrante que debe acudir a la boda de su hija y cuyo retorno se ve frustrado por tomar una mala decisión; estas son solo muestras excelsas del gran poder comunicativo que nos transmite la película. Pueden parecer historias tan simples pero se convierten en escenas poderosas cargadas de vida y reflexión.
Además de todo, la película también tiene un notable apartado técnico, pero sobre destacar la impoluta banda sonora de Gustavo Santaolalla que logra manifestar con una música simple pero magistral cada tramo y cada aspecto de la cinta; así como la emoción de los personajes como cada una de las escenas; la melodía que suena al final habla por sí sola, no hacen falta palabras para describir qué tan mágica resulta.
Las actuaciones son incomparables; todos en general logran sobresalir. Brad Pitt y Cate Blanchett consiguen manifestar con profundidad sus personajes al igual que las magistrales Adriana Barraza y Rinko Kikuchi (merecidísimas nominaciones al Oscar, y que de paso Kikuchi se lo merecía). La edición también es notable al igual que el sonido y la fotografía.
Sin duda alguna estamos frente a una obra maestra, la mejor película del 2006, cuya historia y mensaje se queda guardado en la mente del espectador; injustamente no ganadora del premio gordo en los Oscar del 2007, pero de cualquier forma ha logrado adentrarse y quedar en un lugar privilegiado dentro del mundo cinéfilo.
Es una OBRA MAESTRA con mayuscula, me fascina esta pelicula, sobre todo por esa crudeza de emociones y la disección sin limites que hace al alma humana, sin duda de las mejores del 2006. lo mejor es el personaje de Kikuchi con una interpretación que mereció el Oscar, muchisimo mas que la Jennifer Hudson, que aunque su papel es bueno no le llega ni a los dedos de las uñas de los pies, (Hudson solo canta), es mas yo le hubiera dado el Oscar a Barraza antes que a Hudson.
ResponderEliminarMagnifica, sublime... para mi 10/10
Me extendí en el comentario pero no pude evitarlo.
Te invito a mi blog para que veas la reseña de The Lovely Bones
Saludos!!
jajaja los dedos de las uñas de los pies, quise decir: las uñas de los dedos de los pies....
ResponderEliminarMe entusiasmo mucho la reseña de babel que ya estaba delirando
jaja!!!
Hola! un gustazo conocer este sitio, me gustaría contarte entre los cinéfilos que integramos Mundo Cinefilia, échate un vistazo que serás muy bienvenido Te esperamos!
ResponderEliminarUna gran pelicula, la vi hace algunos años y me gustó. Da cuenta del estilo marcado por el director Alejandro Gónzalez Iñarritu en sus anteriores films Amores perros y 21 gramos, ambas también grandes peliculas.
ResponderEliminarSaludos.
Voy a diferir con todos. En mi opinión la cinta PARECE una obra maestra, con todas estas buenas actuaciones, el notable apartado técnico y los encuadres artísticos nos hace olvidar que la cinta de Iñarritu es, en realidad, un monumento a la pretención filmica.
ResponderEliminarLas historias atacan el sentido común del espectador, al punto de hacerlo ver como un estúpido creyendose semejantes dramas. La película no tasciende como cine en ningún momento, ni hace reflexionar. Solo nos encontramos ante un director muy diestro en la manipulación de emociones en su afan de hacer "cine de arte"